El empresario Edgar Slama cambió en 1985 los códigos del negocio de la hostelería en Xàbia. Ese año abrió en la playa del Arenal un local que se ha convertido en referencia. Entonces se llamaba Champagne. En seguida se puso de moda. En el mismo negocio, había sitio para el bar sofisticado, la cafetería, el restaurante y la coctelería. Esa versatilidad rompía esquemas. Los hosteleros de Xàbia eran entonces bastante reacios a los cambios. El Champagne, ahora rebautizado como Chabada, destacaba por su moderna estética. Edgar Slama realizaba frecuentes reformas para que su negocio siempre estuviera a la última. Apostó también por una gastronomía variada y de calidad. Este empresario dio con el camino del éxito. Su empresa Jávea Company gestiona ahora otros cinco locales: La Bohême (es un restaurante más clásico), el Acqua, el Achill (de formato discoteca), la Siesta (local de moda en la playa del Benissero) y la Bambula (la última apuesta, un espacio enorme que ha revitalizado el flanco sur de la playa del Arenal). Jávea Company es la firma de hostelería más potente de Xàbia.

El Chabada, el bar que inauguró esa fórmula de éxito, reabrió este miércoles. La reforma ha durado diez meses. La filosofía es la misma (se introduce, eso sí, más gastronomía típica de Xàbia). Pero la decoración y la estética sí es radicalmente nueva. Domina el dorado, el color de moda. Una tarima confirma la apuesta por la música y los conciertos en directo (los habrá cada fin de semana). Entra luz a raudales. El techo es retráctil. Y una gran lámpara de cristales refuerza el glamour que es seña de identidad de este bar.

La encargada es Cecil Destouches, un puntal junto a Antoinette Slama, de este emporio turístico y hostelero. «Hemos ganado luminosidad. Hemos unido también el Chabada al Patio del Chabada, que abrimos el pasado mes de abril», explicó a Levante-EMV.

Los dos negocios suman unos 400 metros cuadrados. Ahora son con la Bambula los dos locales más imponentes del paseo del Arenal. El Patio del Chabada ocupa el local que antes era el restaurante Castelló, especializado en arroces y cocina de Xàbia. «Hemos querido mantener la esencia de aquel restaurante. Tenemos dos cartas. Y una es de arroces y gastronomía típica», indicó Cecile. Y sí. Aquí incluso se pueden degustar las cocas de Xàbia. Los empresarios con visión de futuro tienen muy claro que no pueden darle la espalda a la cada vez más en boga gastronomía del terruño y de proximidad.

La otra carta del Chabada enlaza con el negocio de siempre. Hay hamburguesas, desayunos, ensaladas, una sección «voyages» (cocina del mundo), champán o cócteles. Uno de los cócteles estrella de siempre es el Desastre. El primero se sirvió en este bar en 1985. Sus ingredientes son secretos. Quienes lo pedían jugaban a adivinarlos. Nadie ha dado nunca con la fórmula secreta.

Lo de Desastre no fue para nada una premonición. Al contrario. Los negocios que ha puesto en marcha Edgar Slama, un renovador de la hostelería y el turismo en la Marina Alta, tienen distinción, cuidada estética, buena cocina y son muy versátiles. Funcionan a todas las horas del día. Y hay, como en todos los negocios de éxito, también algo de fórmula secreta.