Xàbia recupera la memoria de la Guerra Civil. No ha sido fácil. Durante la tira de años, el refugio antiaéreo construido en el puerto en 1938, una notable obra de ingeniería, estuvo cubierto de maleza. Antes se había utilizado como almacén de pescadores. En marzo de 2016, tras retirar los hierbajos, el arqueólogo municipal, Ximo Bolufer, y otros técnicos del ayuntamiento como el biólogo Ignasi Astor, rompieron la tapia que tapaba la entrada al refugio. Había permanecido unos 40 años cerrado. También olvidado. Y hallaron una estructura extraordinaria, con galerías de bóveda de cañón que entraban unos 20 metros en las entrañas de la ladera de la Caleta del Port. Sin embargo, el refugio también estaba muy deteriorado. En algunos tramos de los túneles, se habían producido hundimientos. Y la loseta de hormigón del exterior estaba fracturada y amenazaba con venirse abajo. Se tuvo que apuntalar. Y así sigue.

Ahora ha llegado el momento de restaurar el refugio de la Guerra Civil. El alcalde, José Chulvi, del PSPV, lleva hoy a pleno una propuesta para solicitar una subvención del programa operativo de los Fondos de Desarrollo Regional (Feder). Son fondos europeos que gestiona la Comunitat Valenciana. Y se destinan a recuperar patrimonio histórico que está en riesgo de desaparecer. Esta estructura de la Guerra Civil cumple al pie de la letra esos requisitos.

La cuantía de la subvención todavía está por definir. El ayuntamiento, además de restaurar el refugio, quiere musealizarlo y hacerlo visitable. La primera galería, de 6 metros (luego se bifurca en dos), es la que se abriría al público. Se crearía un audiovisual para explicar el terror de los bombardeos. Este refugio protegía a la población de las incursiones que realizaban los aviones de la Italia fascista y de la legión Cóndor de la Alemania nazi. El ejército de Franco tenía Xàbia en el punto de mira. El 23 de julio del 38 esos aparatos bombardearon el aeródromo del Pla. El puerto era otro objetivo estratégico.

El refugio del puerto es el único vestigio público de la Guerra Civil que sigue en pie en Xàbia (los búnkeres del Muntanyar se demolieron incomprensiblemente en los años 80). Restaurarlo y hacerlo visitable contribuye a mantener viva la memoria histórica. Las oscuras y húmedas galerías harán que el visitante se haga una idea de la claustrofobia de estar aquí encerrado mientras los aviones zumbaban y las bombas explotaban. Xàbia no sufrió más bombardeos que el citado del aeródromo. Pero conserva un monumento que, musealizado, transmitirá todo el horror de la guerra.