El Verger está decidido a salvar de la ruina uno de los riuraus más antiguos de la Marina Alta. Es el dels Guillem. Y se construyó entre 1820 y 1830. Como todos los riuraus de este municipio, tiene la peculiaridad de contar con una vivienda anexa. La construcción es con tejado a dos aguas. En una vertiente, están los cinco arcos escarzanos del riurau y, en la otra, la casa. Esa solución arquitectónica es muy singular, ya que la mayor parte de estos almacenes de pasa y cañizos tan típicos de la Marina Alta suelen ser edificios exentos.

El primer teniente de alcalde de El Verger, Ximo Coll, explicó ayer a Levante-EMV que hace unos días visitaron el Riurau dels Guillem el alcalde de Jesús Pobre, Javier Scotto, Luis Silvestre y el catedrático de arquitectura Miguel del Rey, todos ellos miembros de la asociación Riuraus Vius.

Del Rey hará el proyecto de rehabilitación. Ximo Coll avanzó que tratarán de lograr subvenciones para sufragar las obras. Con todo, precisó que otra vía es llevar a cabo un proyecto de voluntariado y que dirija los trabajos el aparejador municipal.

Sea como fuere, el ayuntamiento está decidido a salvar este vestigio de la época dorada de la pasa y de la arquitectura rural de la Marina Alta y a darle una utilidad cultural y para actos festivos.

El riurau, situado en la partida Buscarrons, se asoma a una explanada que en su día fue un gran sequer de pansa. Ese espacio permitirá que los arcos del riurau (ahora tres de ellos están tapiados) dinamicen, como en el Gran Riurau de Jesús Pobre o el de Arnauda en Xàbia, la vida cultural y social.

Esta construcción de El Verger es de propiedad privada. Pero los dueños se la han cedido al consistorio. Una vez restaurado, se unirá al rico patrimonio arquitectónico del municipio, en el que destacan, entre otros edificios, la torre del palacio de los duques de Medinaceli, la torre de la Cremadella o la casa de la Senyoreta de la Bassa.

El Verger ya forma parte, además, de la Ruta dels Riuraus.