La perrera municipal de Calp, que gestiona el servicio de protección y recogida de animales, está en cuarentena. Se ha detectado un brote de la enfermedad conocida como tos de las perreras (traqueobronquitis infecciosa canina). Las instalaciones están a tope de animales. De ahí que sea imposible confinar a los canes que están contagiados. Y la decisión que se ha tomado ha sido aislar toda la perrera y decretar una cuarentena que no se levantará hasta que se dé por totalmente erradicado el brote de tos.

Los canes que sufren esta enfermedad, que es muy contagiosa, presentan un buen pronóstico.