La falta de alcantarillado en las urbanizaciones de la Marina Alta ha llegado a la Unión Europea. La asociación Pro Monte Pego, que agrupa a los residentes de esta urbanización de cerca de 1.300 casas y que toca los términos municipales de Dénia, Pego y el Ràfol d'Almúnia, reveló ayer que la Comisión Europa ha abierto una investigación por los vertidos de agua residuales a un riachuelo que desemboca en el parque natural del Marjal pegolino. La investigación determinaría si esta urbanización ha incumplido las directivas europeas de medio ambiente, salud pública y seguridad alimentaria.

La asociación denunció a la UE que al menos desde 2010 la planta depuradora, que no da abasto para la cantidad de chalés, se desborda y esos vertidos acaban en «un arroyo natural» que va al Marjal. Asegura que comunicaron estos vertidos al ayuntamiento, que «no resolvió el problema». Pese a que la urbanización la inició en los años 70 el promotor Juan Porsellanes, los consistorios no han recepcionado todavía los viales y servicios básicos, ya que están inacabados y presentan deficiencias. Monte Pego carece, de hecho, de alcantarillado. La mayor parte de los chalés mantienen todavía fosas sépticas.

Los residentes sostienen que pagan regularmente la cuota de saneamiento en sus recibos de. agua, pero carecen de este servicio. Y, a la vista de que nadie les garantizaba una solución para los vertidos, decidieron presentar una petición en la Comisión Europea.

«Esta investigación se debió hacer mucho antes. Espero que sirva para dotar a la urbanización de un alcantarillado adecuado y que garantice la protección del medio ambiente», precisó ayer el portavoz de este colectivo.

Las deficiencias en el alcantarillado público es una de las grandes asignaturas pendientes de la Marina Alta, donde todavía hay miles de chalés que vierten sus aguas negras a fosas sépticas. Las filtraciones al subsuelo provocan un enorme problema de contaminación.