Creado en 1987 e inactivo hasta hace cuatro años, el consorcio de aguas de la Marina Alta sigue al ralentí. Urgencias, las justas. El proyecto estrella está todavía en fase muy embrionaria. Ayer se presentó en una reunión que tuvo lugar en la desalinizadora de Xàbia. Es, eso sí, el primer paso para la vertebración hídrica de la comarca. Cinco pueblos, Benissa, Senija, Teulada-Moraira, el Poble Nou de Benitatxell y Gata de Gorgos, que suman 32.000 habitantes (población que se triplica en verano), tendrán conectadas sus redes. Podrán compartir el agua en momentos de escasez.

Además, Gata y Benitatxell tienen «línea directa» con Xàbia. Le han comprado agua de su desalinizadora. Por tanto, esos cinco municipios del sur de la Marina Alta, también podrían acceder a la gran factoría de agua potable que Xàbia puso en marcha en 2002 (construirla le costó 24 millones de euros) para salvar los veranos en los que los vecinos tenían que llenar garrafas en depósitos instalados en las calles.

«La conexión entre los municipios es fundamental. Sin ella no puede haber solidaridad», expuso ayer el presidente del consorcio comarcal, así como de la Diputación de Alicante y también alcalde de Calp, César Sánchez, del PP.

Pero el proyecto está todavía verde. Su redacción se ha adjudicado a Proaguas, que lo tendrá listo, como pronto, este otoño. Las obras, que suben a 1,4 millones de euros, no se iniciarán este año. Y hay obstáculos que superar. Se debe construir un nuevo depósito y no está claro dónde. Conectar Benissa, Senija y Teulada-Moraira y el Poble Nou de Benitatxell (estos dos pueblos comparten ya el suministro) no entraña demasiadas dificultades técnicas. Pero hace falta la autorización de la Confederación Hidrográfica del Júcar para hacer la tubería que llegue por un barranco hasta Gata.

El concejal de Xaló Gerard Fullana, de Compromís, lamentó ayer la «inacción» el consorcio de aguas. Advirtió que llevar una conducción de Benigembla a Benissa y adjudicar el proyecto de conectar los cinco pueblos citados es un bagaje muy pobre. Fullana dijo que el gasto más significativo sigue siendo el de las dietas a los miembros de este organismo. Cobran por cada reunión 300 euros.

El alcalde de Xàbia, José Chulvi, del PSPV, también expresó el sentir de los munícipes de que es ahora, que ha llovido y no hay restricciones a la vista, cuando este organismo debería pisar el acelerador y preparar a la comarca para los problemas del nuevo ciclo de sequía.

Mientras, César Sánchez destacó que durante este mandato la Diputación ha invertido en infraestructuras hídricas en la comarca más de 3 millones de euros.

El consorcio de aguas arrastra, además, otro problema. Sólo forman parte 18 de los 33 pueblos de la comarca. Falta el que atesora más riqueza hídrica: Pego. El presidente de la Diputación vaticinó ayer que, con la conexión de las redes de agua de los pueblos, los municipios más reticentes se irán sumando al consorcio.