Dénia vivió ayer un día de arrebato. Todo eran preparativos. Hoy se dispara el chupinazo y comienza la Festa Major (y los Bous a la Mar), pero también arranca la temporada turística alta. Ese frenesí de correr para tenerlo todo a punto también se notaba en las obras. Dénia ve la luz. Hay calles que hasta hace nada estaban patas arriba y que en unos días estarán abiertas y acabadas. Esta semana ya se reabrió al tráfico la céntrica calle Colón. Marcó el inicio del fin de unos meses en los que la ciudad tenía obras por doquier.

Eso sí, los comerciantes están que trinan. Se les ha agotado la paciencia. Alrededor de un centenar se concentró ayer, a una hora tan intempestiva como las 14 horas (el sol caía a plomo), ante el ayuntamiento. Llevaron paraguas. Simbolizaban la tormenta perfecta que el gobierno local (PSPV y Compromís) ha desatado en Dénia al iniciar de golpe todas las obras pendientes del Plan Confianza. Tampoco es que tuviese mucho margen. Había que correr ya que en junio del próximo año el Consell cierra el grifo y ya no paga las ayudas a los municipios que tengan proyectos pendientes.

Los paraguas hicieron ayer la función de parasoles.

Pero, por fin, las obras ven la luz. El alcalde, Vicent Grimalt, y los ediles de Territorio y Calidad Urbana, Maria Josep Ripoll, y de Seguridad Ciudadana, Javier Scotto, recorrieron ayer las calles que se están reurbanizando. «Somos optimistas. La próxima semana ya estará acabada la acera sur de la calle La Mar y también los operarios de Aqualia (la empresa de la gestión hídrica) terminarán de hacer las conexiones al alcantarillado en la otra acera. El aspecto de la calle va a cambiar», indicó la edil. Estas obras se toparon con el problema de que se descubrió que había viviendas que no estaban conectadas a la red de saneamiento.

Pero las calles que sí están ya casi terminadas son las de Sandunga y Sant Francesc (esta última es la que sube al castillo y ayer ya se estaba asfaltando la calzada central). Y tras las fiestas la empresa que reurbaniza la calle Colón, reabierta esta pasada semana al tráfico, acabará lo que queda por hacer (alumbrado, mobiliario y remates).

Así pues, esa sensación de que Dénia está sitiada por las obras se va a mitigar en los próximos días. La ciudad ve la luz.