Las fiestas no se llevan bien con las revoluciones. En marzo, tras las grandes manifestaciones feministas del Día de la Mujer, Compromís, que gobierna en minoría en Gata, llevó a pleno una moción para suprimir la figura de la reina de las fiestas; cosificaba a la mujer. Todos los partidos estuvieron de acuerdo. Eso sí, votaron también a favor de plantear una consulta popular para decidir qué sistema querían los vecinos para elegir a los representantes de sus fiestas. Consideraron que votar con papeletas en el acto de la coronación era discriminatorio al favorecer que la reina fuera la joven más guapa, simpática y de mejor familia. Todos los grupos coincidían en que había que establecer un sistema de elección igualitario e inclusivo.

Pero ahí acabo el consenso. Desde entonces todo fueron desencuentros. Y ahora que empiezan las fiestas (el viernes es la presentación de la quinta, acto que sustituye al de la coronación) el gobierno local está solo. Ha decidido que la pareja que represente a las fiestas se elija por sorteo. Y lo ha hecho en junta de gobierno. Ni siquiera ha llevado a pleno ese cambio de calado que la comisión de fiestas y los quintos rechazan. Los festeros lamentan que las fiestas se han «politizado».

El ambiente prefiestas es más de crispación que de celebración. El PP forzó un pleno extraordinario que tuvo lugar ayer. Pero la alcaldesa, la valencianista Magda Mengual, dijo que no había que votar nada, ya que la «igualdad no se negocia» y no había marcha atrás en la decisión de la junta de gobierno de elegir por sorteo a la pareja de representantes (todas son de chica y chico, pero se espera que en los próximos años cale la diversidad afectiva). La munícipe, la portavoz de Compromís, Àngels Fornés, y el concejal de Fiestas, Antoni Arabí, subrayaron que mantener este año, como pedían el PP y también los quintos, la votación popular con papeletas, era retroceder en la igualdad.

Los tres partidos de la oposición, PP, PSPV y JuGa, lamentaron que el gobierno local no haya alcanzado el consenso con los quintos. La portavoz popular, Maite Signes, acusó al gobierno local de «tener miedo» a que los vecinos elijan con libertad entre todas las opciones posibles, incluso la de continuar con la tradición coronar a la reina elegida tras una votación pública. El PP avanzó que estudia impugnar los cambios «impuestos» por Compromís.

Las fiestas que ahora comienzan serán las primeras sin reinas infantil y mayor. Pero la supresión de estos cargos contradice el reglamento de fiestas que sigue en vigor, ya que el pleno no lo ha derogado. Se aprobó en 2012 y establece que las reinas son las máximas representantes de estas celebración en honor al Santíssim Crist del Calvari.