Un vertido puntual en el emisario submarino de aguas residuales de Xàbia obligó ayer a izar la bandera roja y prohibir el baño en la playa de la Grava. La medida se tomó a las 16:30 horas. Cuando acabó el servicio de vigilancia, se mantuvo la bandera roja. Se quería evitar que los turistas se zambullieran pese a que las fuentes municipales consultadas subrayaron que tenían la certeza de que la siguiente analítica ya confirmaría que el agua de esta playa había recuperado su calidad habitual y era apta para el baño.

La fuga se produjo al colapsar el emisario por el aguacero caído por la mañana y por la elevada ocupación turística. Hubo un momento que la red de saneamiento no daba abasto.