Cuatro cocineros, cuatro estilos, cuatro talentos. Pero un mismo destino: el Mediterráneo. El certamen de enoturismo y gastronomía Dolia reunirá el próximo 1 de septiembre en el Auditorio de Teulada-Moraira a cuatro chefs de campanillas (más bien de estrellas, porque suman un puñado de entorchados Michelin). Son Rafa Soler, del Audrey's de Calp (una estrella); Nazario Cano, de El Rodat de Xàbia (otra estrella); Alberto Ferruz, del BonAmb, también de Xàbia (dos estrellas), y Juanfra Valiente, director de creatividad del restaurante Quique Dacosta, en Dénia (tres estrellas). Son cuatro genios de los fogones, cuatro artistas del cada vez más sofisticado y filosófico universo de la gastronomía. Si basta uno de ellos para deslumbrar, los cuatro cocinando al alimón es la bomba. Se subirán al escenario del auditorio con el reto de interpretar el Mediterráneo.

Estos días es difícil pillar a los chefs, ya que no paran en sus restaurantes. Pero han encontrado un momento para reflexionar sobre esa idea de Dolia de poner a tocar juntos a cuatro grandes solistas de la cocina (todos ellos, claro está, se han sabido rodear de grandes profesionales).

Rafa Soler está encantado de sumarse a este proyecto del auditorio. Y su implicación es máxima, ya que dirigirá el nuevo concurso gastronómico Dolia/Muscatus. Es un certamen internacional y el ingrediente esencial con el que deberán concursar todos los chefs es el moscatel de Alejandría. Soler ya advierte de que la uva de Teulada y de la Marina Alta debe brillar en el plato.

Nazario Cano está ansioso de cocinar con sus colegas. El ya desvela que su plato será una bocanada de mar Mediterráneo. Jugará un poco al trampantojo, ya que recreará un tomate de mar. Lo hará con exquisitas ortiguillas. El mar inunda su cocina de El Rodat.

«El proyecto de Dolia es muy bonito y especial. Es una gran apuesta por nuestros productos. Y el lugar, el auditorio, es brutal. Creo que está llamado a convertirse en un punto de referencia nacional. Tienen un proyecto muy potente», destacó Cano. «Será un placer cocinar rodeado de amigos. Cada uno tiene su forma de entender el territorio y nuestros platos también son muy reconocibles. Pero compartimos la pasión y el respeto por la tradición y el territorio».

«Aquí, en la Marina Alta, es inspirador cocinar. Esta comarca dispone de una prodigiosa despensa», afirma Alberto Ferruz. «Somos cocineros que estamos separados unos de otros por poquísimos kilómetros. Y vamos a cocinar en ese faro del Mediterráneo que es el auditorio de Teulada. Pero se va a apreciar claramente la diversidad de nuestras cocinas y nuestro diferente bagaje culinario», avanza el chef del BonAmb.

Contar con Juanfra Valiente es otro lujo. Siempre se ha dicho que también se come con los ojos. La creatividad es esencial. Trabajar con Quique Dacosta obliga a explotar nuevos territorios, a convertir la cocina en una suerte de moderna alquimia. Pero con los pies siempre en la tierra o, mejor dicho, en el territorio.