El secreto que guarda la Cova de les Bruixes del Poble Nou de Benitatxell tiene que ver más con el condumio que con el mundo esotérico de la antigüedad. Los arqueólogos Ana Viciach y Miguel Ángel Signes dirigen la segunda campaña de excavaciones en un yacimiento arqueológico que ha deparado hallazgos íberos y romanos y que tiene un potente sustrato medieval.

Los arqueólogos acaban de descubrir un nuevo silo de cereales de época ansalusí, datado en el siglo XII. En su interior, han hallado restos de fauna (huesos de cabra y conejo). Cuando el silo se amortizaba, se utilizaba como depósito de residuos. Y ahora los restos de cerámica y todo lo que iba a parar allí dentro son un libro abierto para la investigación arqueológica.

La Cova de les Bruixes está en el Tossal de l´Abiar. Aquí existió una alquería andalusí. De hecho, ahora han salido a la luz un muro, la jamba de una puerta y restos de pavimento de tierra pisada. Estas estructuras podrían pertenecer a esa alquería islámica. Pero lo que llama poderosamente la atención de los arqueólogos es la existencia de numerosos silos de cereales excavados en el subsuelo de margas. Esta zona debió ser pródiga en cultivos de cereales. En la Cova de les Bruixes, por lo que se sabe hasta ahora, no hubo aquelarres (los topónimos a veces despistan). Pero sí funcionó como una gran despensa.