La moción de censura que en enero presentaron Compromís, el edil Toni Colomer y las dos concejalas de IMA (Independents Marina Alta) en el Poble Nou de Benitatxell es una bomba política de efecto retardado. Ha estallado ahora. A ocho meses de las elecciones. Colomer presentó ayer en el registro municipal del ayuntamiento una providencia del juzgado contencioso administrativo de Alicante que da 10 días al secretario y al alcalde, Josep Femenia, de Red, para convocar el pleno en el que se debatirá un voto de censura que auparía a la alcaldía al portavoz de Compromís, Miquel Garcia. En el escrito presentado, Colomer advierte de que los posibles recursos que interponga el gobierno local no tienen efectos suspensivos. Y avisa también de que «obstaculizar o demorar» la votación de la moción de censura acarrea responsabilidades penales.

El alcalde ya no puede esquivar este derechazo político. En enero, cuando los ediles de Compromís eludieron la amenaza de su partido de que los expulsaría y pactaron la moción de censura con Colomer y la portavoz de IMA, Nieves García, que está procesada por corrupción (está acusada de falsificar supuestamente pagos municipales de medio millón de euros), Femenia y su gobierno en minoría salvaron el golpe. El secretario municipal no tramitó la moción de censura. Interpretó que Colomer, al que el PP había expulsado, era un tránsfuga y su voto, que era imprescindible, no contaba.

Los firmantes del voto de censura acudieron al juzgado. Y ganaron. El magistrado sentenció que se había conculcado el derecho fundamental de Colomer a la participación política. Consideró que el PP no lo podía expulsar, dado que no le había dado de alta como militante. Y, además, no tenía la condición de no adscrito. El gobierno local intentó apartarlo del grupo popular, pero la oposición, que tiene mayoría, lo evitó. Rehabilitado Colomer para maniobrar para apartar a Femenia, los que ya se habían desmarcado eran los tres ediles de Compromís. Su partido amagó con expulsarlos. Habían pactado con un supuesto tránsfuga y con una concejala procesada por falsificación documental continuada y estafa. Los tres concejales se retractaron y lograron el perdón de la dirección de su partido.

Pero la moción de censura se ha reactivado ahora. Colomer, que se proclama «portavoz legítimo del PP», le ha dado el empujón. El alcalde convocará el pleno. Los tres ediles de Compromís están en un brete. Pueden conquistar la alcaldía, pero se exponen a la expulsión.

El alcalde manifestó ayer que es «inadmisible que una coalición que va de adalid de la lucha contra la corrupción pacte con una concejala que no es que esté imputada, sino que está procesada. Deberán dar muchas explicaciones».

Los ediles valencianistas en Benitatxell guardan, de momento, silencio. El dilema es de aúpa. Tienen en su mano lograr la alcaldía y tumbar a Femenia. Pero en ese caso correrían la misma suerte que el actual alcalde en el anterior mandato. Era un histórico del Bloc en la Marina Alta, pero Compromís lo echó al enfrentarse con Miquel Garcia y el sector más joven del colectivo local.