Las estelas funerarias de los siglos XVIII y XIX en Xàbia contenían frases ciertamente lapidarias (es lo que toca). Xàbia está recuperando un patrimonio que, aunque ligado a la muerte, arroja destellos de arte palpitante. Los solemnes epitafios son pura poesía. El de uno de los plafones ahora restaurado reza así: "En torno a esta tumba silenciosa/ se agrupan virtudes confundidas/ de una madre modelo y fiel esposa/ que abandonó las playas corrompidas/ de esta patria mundana y transitoria/ para arribar al puerto de la gloria".

El Museo Soler Blasco está trabajando para adecuar y hacer visitable la capilla del antiguo cementerio de Sant Joan, un espacio en el que se realizó una excavación arqueológica en 2010 y en el que se están llevando a cabo distintas intervenciones para recuperar su patrimonio de cara a convertirlo en una especie de museo funerario.

Desde 2012 se ha restaurado las puertas, cambiando los cerramientos de las ventanas, adecuado el sector del pavimento de azulejos de barro originario que correspondía al panteón de los curas y recientemente se ha renovado la instalación eléctrica y montado una pasarela de madera que permite visitar la ermita y observar el conjunto de fosas excavadas.

Siguiendo con este proyecto de puesta en valor, ahora el Museo de Xàbia ha restaurado y montado un conjunto de 10 plafones funerarios de cerámica, que fueron recuperados en la propia ermita y otros espacios del cementerio. Los trabajos, que ha realizado la restauradora Maite Gay, disponían de la correspondiente autorización de la Dirección general de Patrimonio y para su realización se ha pedido una subvención a la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte.

Los plafones funerarios, originarios del siglo XIX, presentaban algunos problemas de conservación como por ejemplo la presencia de sales incluida en la pasta cerámica que hacían peligrar el esmalte, que se había escamado en algunos puntos, sobre todo en los bordes, así como la pérdida total o parcial de algunos azulejos.

Las intervenciones para su recuperación han consistido en la eliminación de sales con baños de agua destilada, restitución de piezas, adhesión de fragmentos, reintegración cromática de las lagunas y montaje en un apoyo inerte enmarcado con un perfil de aluminio.