Los temporales suelen hacer estragos en el litoral. Pero los de este otoño han sido una bendición en la playa del Arenal de Xàbia. Esta costa, al contrario de lo que ocurre en tramos de les Marines y en les Deveses, en Dénia, o en el Portet, en Moraira, no está en regresión. De hecho, en las últimas semanas el Arenal se ha ensanchado. Ha ganado terreno al mar. En el extremo sur de la ensenada, es donde más se percibe que la playa ha crecido. La orilla se ha desplazado unos metros hacia el mar. Además, el oleaje ha sacado gran cantidad de Posidonia oceanica. El dique que se forma en las playas con las hojas muertas de esta planta marina ayuda a frenar la erosión y provoca, incluso, que se consolide y aumente la cantidad de arena. Por tanto, este nuevo trozo de playa podría estabilizarse si durante el invierno se mantiene la misma dinámica litoral.

Vecinos del Arenal consultados por este diario insistieron en que la playa del Arenal no sufre regresión. Incidieron en que en el extremo sur sí se observa ahora de forma muy clara que ha aumentado la cantidad de arena y que la playa le ha arrebatado unos metros al mar. Pero también advirtieron de que este fenómeno puede ser temporal, ya que los sedimentos de la ensenada se desplazan mucho con los temporales del otoño y el invierno.

En cualquier caso, hace dos veranos ya se produjo en el litoral de Xàbia un curioso fenómeno de formación de arenales donde nunca habían existido. Ocurrió en concreto en la Séquia de la Nòria y en la Caleta o Cala Blanca, calas de piedra tosca. En el primer tramo costero todavía queda sedimento. Pero ya no es el arenal del estío de 2017. Los bañistas se quedaban de piedra con tanta arena.