El nuevo gobierno del Poble Nou de Benitatxell no despegaba. Corría el peligro de cargar para siempre con el sambenito de contar con una concejala, la independiente Nieves García, procesada por corrupción y para la que el Fiscal pide 7 años de prisión. Los votos de esta edil y de su compañera en el IMA (Independientes de la Marina Alta) fueron decisivos para que Miquel Garcia, de Compromís, se convirtiera hace una semana en el nuevo alcalde. Para el munícipe y los otros dos ediles valencianistas el precio fue alto. Su partido les ha abierto procedimiento de expulsión por votar una moción de censura junto a una imputada. Ahora el nuevo gobierno suelta «lastre». Aparta a la edil procesada. Y es una decisión de mutuo acuerdo.

Las dos concejalas de IMA no asumen delegaciones y se quedan al margen del pacto. El mensaje que lanzó ayer el gobierno local es que estas ediles han comprendido que los siete meses de alcaldía que le quedan por delante a Miquel Garcia serían un pimpampum constante. La primera andanada fue que el Fiscal pide 7 años de cárcel para Nieves García por los delitos de falsedad documental y estafa. La edil ya no puede escapar a su destino judicial: se sentará en el banquillo de los acusados en la Audiencia Provincial.

Pero que las dos independientes se hagan a un lado no compromete la mayoría del nuevo gobierno local. Serán cuatro ediles con delegaciones frente a los cinco de la oposición que lidera Josep Femenia, apartado de la alcaldía con la moción de censura. La propia Nieves García dejó claro ayer que el nuevo alcalde tiene su «apoyo incondicional». Por tanto, estas concejalas van a votar a favor de todas las propuestas del pacto.

La edil, que está imputada por una falsificación de certificaciones de obras públicas cometidas en 2010 y 2011, cuando ella era primera teniente de alcalde del PP, aseguró que la decisión de no entrar en el gobierno local es «meditada y responsable». Admitió que su situación judicial es «un lastre» para «un equipo joven y con las ideas muy claras». Aseveró que está convencida de su inocencia y que considera que los hechos por los que irá a juicio son «un montaje para aislarla políticamente».

«Hemos hecho un gesto de enorme generosidad política al propiciar el cambio con la moción de censura y al defenderlo ahora con nuestros votos pero sin entrar en el gobierno local. No queremos que todos los días se esté hablando de que este gobierno es el de una edil investigada. Este gobierno es el de la democracia restaurada en el Poble Nou de Benitatxell», sostuvo la concejala.

El alcalde le agradeció la decisión de quedarse al margen. Pero dio a entender que la nueva mayoría también le ha sugerido ese camino y más después de que esta misma semana trascendiera que el Fiscal pide para la concejala independiente 7 años de cárcel. «Cuando tuvo lugar la moción de censura, todavía no había evolucionado su causa judicial ni conocíamos la acusación en firme de la Fiscalía», advirtió Miquel Garcia, que interpretó que, al hacerse a un lado, esta concejala le evita al nuevo gobierno «el desgaste diario derivado de su especial situación judicial actual».