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El acantilado del Tangó se desmorona

Las redes de acero que colocó Costas en 2006 en este tramo del litoral de Xàbia están rotas y cuelgan grandes piedras desprendidas - Incluso han caído abajo árboles calcinados en el incendio de 2014

Hay tramos litorales que ya son irrecuperables. La costa del Tangó de Xàbia está perdida. Ha sufrido todas las desgracias posibles. El mar se ha tragado la cala y la erosión ha fracturado el acantilado. Además, el incendio de 2014, que devastó 444 hectáreas del Montgó y el cabo de Sant Antoni, ha agravado los procesos erosivos. Incluso han caído cortado abajo árboles calcinados. Esta franja litoral está desde hace tiempo clausurada. A cada temporal y episodio de lluvias torrenciales, el acantilado se rompe un poco más. Se ven diaclasas. No son grietas estables. Grandes rocas penden de la ya precaria malla de acero que la dirección general de Costas colocó en 2006 para intentar frenar la erosión.

La cala, de hecho, se cerró por primera vez en el verano de 2005. Pero entonces se confiaba en recuperarla. Costas ciñó estos acantilados (también los de la Granadella y Ambolo, cala esta última que también sigue clausurada) con redes de metal. Fue una obra de envergadura, ambiciosa. Pero no ha habido forma de salvar este litoral. Estos acantilados son tremendamente inestables. Las redes no han dado más de sí. Están hechas jirones. Cuelgan en lugar de abrazar con fuerza la pared. Se han formado bolsas de piedras que penden peligrosamente. También hay rocas que amenazan con caer de un momento a otro.

No hace tantos años estos acantilados cobijaban preciosas calitas de cantos rodados. Han desaparecido. El mar se ha tragado los cantos rodados y los desprendimientos las han sepultado. El destrozo tiene ya mal arreglo.

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