Unos cincuenta agricultores paralizaron ayer los trabajos de tala que estaban realizando dos operarios de Tragsa en una finca de almendros de la partida Lleus de Benissa. Expresaron su rechazo a que la conselleria de Agricultura destruya árboles y más árboles cuando detecta un foco de Xylella fastidiosa. El labrador propietario de estos almendros, Juan Ramón Vives, aseguró que le han talado unos 300 frutales. Subrayó que él sólo se dedica al campo y que, por tanto, su medio de vida ha quedado seriamente amenazado por la drástica campaña que lleva a cabo la conselleria para tratar de contener la plaga. Explicó que cuando recibió la notificación de que tenía almendros infectados de Xylella presentó un recurso. Pero no logró parar la tala. Y las máquinas entraron en sus propiedades y empezaron a arramblar con los árboles.

A la protesta de ayer, se sumó el alcalde de Benissa, Abel Cardona, de Reiniciem. Los agricultores dudaron incluso de la efectividad de estas talas masivas, ya que, según apuntaron, aunque se talan los almendros, se deja la raíz.