Pego quiere dejar atrás los fantasmas del urbanismo desaforado. Compromís presentará en el pleno del jueves una propuesta para declarar la caducidad del PAI Pego-Golf, que abrazaba 1,6 millones de metros cuadrados y contemplaba la construcción de 1.300 viviendas. En abril, se cumplieron 5 años de su aprobación por parte de la conselleria. El convenio urbanístico precisaba que las obras de urbanización deberían estar ya más que terminadas. Establecía también que estos trabajos se iniciaran al año de aprobarse el plan urbanístico. No se ha movido una piedra. Y gracias.

"Es el ayuntamiento el que debe iniciar el proceso para hacer efectiva la caducidad", ha indicado el portavoz municipal de Compromís, Àngel Oltra.

"Este proyecto pretendía la construcción de 1.300 casas y un campo de golf, con lo que supone de consumo de agua en un contexto de cambio climático en el que cada año llueve menos", ha precisado Oltra, quien añade que el PAI se aprobó cuando la burbuja urbanística ya había estallado. El portavoz valencianista recuerda también la "herida" que ha dejado otra urbanización frustrada en Pego, la de Penya Roja.

"Ni siquiera la mercantil Inversiones Patrimoniales la Marina, S. L, promotora del proyecto, pidió nunca la prórroga de dos años para ejecutar el PAI", añade Oltra, que defiende que la caducidad de este plan urbanístico va en la línea de hacer posible "un futuro más sostenible para Pego" y romper con un modelo urbanístico que ya le ha pasado factura al municipio con los problemas que genera la urbanización Monte Pego, con Mostalla o con el "desastre" de Penya Roja. "Apostamos por un pueblo con un medio rural productivo y un tejido productivo y comercial vivos en el casco urbano", concluye Oltra.