Ondara y la Mancomunitat Cultura de la Marina Alta (Macma) dieron en el clavo cuando concibieron la «Fira amb els 5 sentits». Su formato comarcal refuerza la identidad e incide en la solidaridad de los territorios. La comarca, por parafrasear a Fuster, será solidaria o no será. Es decir, el litoral debe implicarse en esa tarea de descubrir y difundir los atractivos del interior. La fuerza de la Marina Alta es su diversidad. Pocos territorios pueden presumir de tener tan a mano la playa, el mar, vamos, y la montaña. La costa y el interior están a un paso.
Esta feria, que abre el ciclo de certámenes de Ondara (se desarrollan durante los próximos tres fines de semana), le echa este año el ojo al paisaje. Antes exploró la gastronomía (el sentido del gusto) y la enología (el olfato). La Marina Alta es una tierra de promisión culinaria y de vinos. Pero su paisaje ya es el no va más. Deslumbra. Los parajes naturales del Montgó, Segària, el Marjal de Pego, el Penyal d'Ifac, Bèrnia, el Morro de Toix o el Cavall Verd están surcados de sendas y caminos. El senderismo es el nuevo maná turístico. Y los deportes náuticos sostenibles descubren que en el mar y el litoral también hay rutas (por ejemplo, las de submarinismo y snorkel) por descubrir.
El turismo activo está de moda. De ahí que en esta feria se involucren empresas como Magic&Nature, implicada en la conservación del territorio y en el proyecto de reintroducir el águila pescadora en el Montgó y el Marjal. Además, promueve el turismo ornitológico. Es un referente en programas de educación ambiental y de turismo familiar. El domingo, a las 17.30 horas, hará un taller para niños de construcción de comederos para pájaros.
Esta «fira amb els 5 sentits» apuesta por el turismo sostenible. Preservar el paisaje pasa por recuperar cultivos tradicionales y devolverle a la tierra su sentido ancestral y ecológico. En esa línea está otras de las empresas que participa, Agricologia. Fomenta las prácticas agrícolas ecológicas y participa en proyectos educativos y de conciencia alimentaria, como el de crear huertos ecológicos en los colegios e introducir en los comedores escolares productos de proximidad.
El paisaje también educa. Hay que mirar y entender toda la historia y esfuerzo que esconden los muros de piedra en seco que domestican las ásperas laderas de las montañas de la Marina Alta. Los viñedos, naranjos, almendros, olivos o algarrobos dan sentido al paisaje.
Pero los parajes naturales también hay que vivirlos de cerca. Y en eso está el Alberg de Segària. La nueva concesión, con Rubén Fornés a la cabeza, ha recuperado el atractivo de hospedarse en plena naturaleza. Desde el albergue se divisan hitos paisajísticos de la Marina Alta como el Montgó. Se pueden alojar desde grupos de escolares hasta turistas con afán de aventura. Este punto es ideal para realizar la ruta circular de Segària. El patrimonio hidráulico de esta vertiente de la montaña (hay tramos en los que la senda va por dentro de las acequias) es todo un descubrimiento.
El paisaje vertebra
La «Fira de Fires» de Ondara se convierte más que nunca este fin de semana en un escaparate de la Marina Alta. La comarca, desde todos los ángulos. El paisaje vertebra. No tiene fronteras. Y así lo ha entendido el Ayuntamiento de Ondara, que ha abierto su feria a todos de los pueblos de la comarca.
La «fira amb els 5 sentits» se inaugura mañana a las 11 horas. Una hora después, comenzará el Fórum Marina Alta. Y a las 12.15 horas, la técnico de la Macma, Núria Gómez Bolufer, presentará el mapa cultural de la comarca.
