El Auditori Teulada Moraira ha estado presente en la Feria Gastrónoma 2018 donde a través de Dolia, Muestra de Enoturismo y Gastronomía, ha presentado una original cata sensorial "Descifrado del código del moscatel de Alejandría a través del helado" protagonizada por el maestro heladero y bartender, Santi Gómez.

Un buen grupo de personas se acercaron al "Córner del Arrroz/Espai Gastronòmic" donde la directora del Auditori, Maite Serrat, habló de Dolia, una apuesta por la cultura gastronómica que viene celebrándose en esta espacio cultural desde el año 2011 durante el primer fin de semana de septiembre y que sirve como plataforma de divulgación para poner en valor la preservación del territorio y el paisaje a través de nuestro producto autóctono más preciado, como es la uva moscatel de Alejandría, y aquellos productos que nos ofrece nuestra gran despensa del Mediterráneo.

Y uno de los proyectos que tuvo su puesta de largo en esta octava edición de Dolia fue el descubrir el código del moscatel de Alejandría a través del helado, una acción que conllevó muchos meses de trabajo para estudiar e investigar todos esos matices y particularidades.

Una vez descifrado, en el corazón de la gastronomía, Santi Gómez hizo una original y sorprendente cata sensorial muy refrescante y cargada de mucho sabor a moscatel, que causó la expectación del público presente. Gómez comentó que tras conocer esos sabores y matices que hacen tan especial ese moscatel de Teulada Moraira, esa personalidad propia que le aporta el terreno a través de esos productos tan vivos del mediterráneo, se crearon unos helados para estructurar el gusto de los sabores.

La cata consistió en probar primero los caldos que elabora la Bodega Cooperativa Sant Vicent Ferrer de Teulada el vino "Dolia" que marca la nota de mandarina, "Pitágora", la nota de jazmín y "Càntic al Sol" que aporta ese sabor a miel, pasas y al sistema tradicional, para que pudieran identificar esos sabores. Y, seguidamente, el helado elaborado exclusivamente para la ocasión "Helado de Viento", "Helado de Temperatura" y "Helado de Pluviometría y Tradición" para buscar esos matices.

Y de nuevo los caldos para descubrir cómo el paladar potenciaba esas notas florales. Toda una gran experiencia sensorial la que pudieron vivir en Gastrónoma los participantes en esta cata caracterizada por esa mezcla de vientos que soplan en este territorio de la Marina Alta, la pulviometría, el paisaje y producto que la hace tan especial y única a esta tierra. Una armonía de sabores y registros identificativos de Teulada Moraira que quedaron latentes en esta experiencia.