El susto fue tremendo. El cliente de un bar del puerto de Xàbia, un residente italiano de 52 años, se desplomó y quedó inconsciente. Ocurrió el lunes poco antes de las diez de la noche. Iba con dos amigas que le daban golpes en la espalda para intentar reanimarlo. Antes tosía sin parar. Todo apunta a que sufrió un atragantamiento. Los otros clientes del bar llamaron al 112 y corrieron a pedir ayuda al cuartel de la Guardia Civil, que está muy cerca. Los tres agentes de servicio acudieron a toda prisa.

Los agentes le salvaron la vida a este residente italiano. La ambulancia del SAMU tardó 20 minutos en llegar y cada segundo contaba. La víctima no respiraba y empezaba a estar amoratado. Los guardias civiles actuaron con rapidez. Le examinaron la garganta y no encontraron con que se había podido atragantar. Dos de ellos, Carlos y Eleazar, lo levantaron a pulso. El tercero, Cristóbal Soto, empezó a hacerle la maniobra de Heimlich. Seguía sin responder. A la quinta compresión abdominal, por fin, empezó a respirar de nuevo. Los agentes le abrieron las vías respiratorias.

Quince minutos después, el hombre había recuperado plenamente el sentido. Llegó la ambulancia y lo trasladó al hospital de Dénia. Esta mañana ya había recibido el alta y regresó al bar para agradecer que todos ayudaran. Junto a los trabajadores de este local, acudió al cuartel de la Guardia Civil a dar las gracias a los tres agentes que le salvaron la vida.