La última fotografía tomada hace unas semanas del atrio de piedra tosca de Villa María, casita de veraneo de primera línea del litoral del Muntanyar derribada esta semana, demuestra que Xàbia ha perdido una pequeña joya arquitectónica. Los arcos escarzanos son singularísimos. No queda ya ninguna arcada igual. Era de una belleza sencilla y sin pretensiones. La piqueta ha acabado con este atrio, que carecía de protección. Y lo peor es que se veía venir. Un cartel anuncia desde hace tiempo que aquí, en este terreno de primera línea, se levantarán apartamentos. En esta última foto, la arcada está apuntalada. Todo el chalecito, de los años 50, ha quedado reducido a escombros.