Llegó a la alcaldía de Calp en 2011 y ahora ya agota sus últimos meses en el cargo. César Sánchez no repetirá de candidato popular. Irá, casi con toda probabilidad, en la lista al Ayuntamiento de Alicante. Así se garantizará poder optar a un segundo mandato como presidente de la Diputación de Alicante. Ayer, en el pleno de Calp, sacó adelante su último presupuesto, que sube a 39 millones de euros. Y resumió en una frase su legado de ocho años de alcalde: «Cogí el ayuntamiento con una deuda de 60 millones y, cuando acabe 2019, la deuda será de sólo 16 millones».

La oposición le recriminó su «discurso triunfalista». PSPV, Compromís y Sí se Puede Calp votaron en contra de las cuentas.

«Es innegable que se ha reducido la deuda», dijo el portavoz de Compromís, Ximo Perles, que precisó que ya hubiera sido todo un mérito (negativo, claro) entrar como lo hizo Sánchez con la podadora en la mano y no bajar el millonario déficit. «Despidió ilegalmente a 70 trabajadores, cerró TeleCalp y la Escola de Música y subió el IBI», dijo Perles, que subrayó que la política de César Sánchez fue la de recortes a saco.

El primer presupuesto que aprobó el actual alcalde se quedó en 27,4 millones de euros. El Ayuntamiento de Calp amenazaba quiebra tras los años de tirar la casa por la ventana de la alcaldía de Javier Morató, también del PP. El portavoz de Compromís recordó que Sánchez ya formó parte de aquellos gobiernos del PP que manejaban presupuestos astronómicos (el de 2010 subió a 61 millones).

Mientras, el portavoz del PSPV, Santos Pastor, reprochó al alcalde que, en lugar de buscar soluciones para mantener el servicio de ambulancia municipal, busque el conflicto con la Generalitat Valenciana y los socialistas. Santos aseguró que el servicio se puede prestar legalmente y le trasladó una solución al munícipe. La Cruz Roja está asfixiada y dejará de realizar urgencias sanitarias si el ayuntamiento no le abona los 132.000 euros que le debe. El problema es que todas esas facturas tienen informes desfavorables y el gobierno local no quiere pillarse los dedos.

El alcalde calificó sus últimas cuentas (las gestionará hasta mayo) de «realistas, sensatas y sociales». Destacó que se reservan 100.000 euros para bonificar el IBI con hasta 300 euros a los jubilados, vecinos parados de larga duración y familias en riesgo de exclusión social.

El portavoz de Compromís lamentó que el gobierno local (PP e independientes) haya rehuido pedir una revisión catastral para rebajar unos valores que ahora están inflados.

El presupuesto no incluye inversiones de campanillas. La inversión más potente, de 280.000 euros, es para crear un aparcamiento de 500 plazas en el Pla de la Senieta. También se continuará adecuando el aparcamiento de 100 plazas del casco antiguo. Otros 200.000 euros se destinan a crear en la zona deportiva una pista de patinaje y de hockey de patines, una instalación de parkour y un skate park. Calp se lanza a los nuevos deportes urbanos.

Mientras, la creación de la ludoteca que facilitará la conciliación laboral de las familias ya aparecía en el presupuesto de este año. No se ha hecho. Y ahora se vuelve a presupuestar con 70.000 euros.

Además, la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) por parte del Consell del yacimiento romano de Banys de la Reina ha animado, por fin, al consistorio a invertir en su conservación. En las cuentas aparecían 20.000 euros. Compromís planteó una enmienda para que se consignaran otros 30.000. Se aprobó. El yacimiento arqueológico tendrá por primera vez una partida nada desdeñable de 50.000 euros.

Alentar «el odio al valenciano»

El portavoz de Compromís le pidió al alcalde que «reflexione» sobre los efectos de «alentar el odio al valenciano». «Este tipo de discursos provoca que los nazis hayan entrado en el parlamento andaluz», advirtió Perles.