Un puerto fantasma. Sin barcos (la veintena que quedan amarrados y al seco están para el desguace) y sin actividad. Una dársena que sufre un deterioro imparable. Puerto Blanco de Calp se ha desenganchado de la pujanza del turismo náutico en la Marina Alta. Incluso la escollera de abrigo en cuya reparación la conselleria de Obras Públicas invirtió 600.000 euros sufre desprendimientos. Los temporales son inclementes. Han vuelto a golpear el flanco débil de este puerto, el dique que, aunque reforzado por la conselleria, da otra vez muestras de fragilidad.

Además, el deterioro salta a la vista en todo el ámbito de un puerto que en sus buenos tiempos contó con 90 amarres. El antiguo restaurante está destrozado. Los vándalos han reventado puertas y ventanas. Los pantalanes se aguantan a flote a duras penas. Sus listones están rotos.

Este puerto deportivo lleva cerrado a la navegación desde que la conselleria despachó en 2016 a la última empresa concesionaria, Acintur Bahía. La dirección general de Puertos se puso en seguida manos a la obra. Realizó trabajos de emergencia que subieron a 600.000 euros para reparar y blindar el dique. El siguiente paso era sacar la explotación del puerto a licitación.

La portavoz del equipo de gobierno de Calp, Ana Sala, lamentó ayer que la conselleria no se apresure en dar la concesión a una nueva empresa que ponga en funcionamiento Puerto Blanco. «Llevamos tres veranos con el puerto cerrado. Y sufre un abandono total. Estamos sufriendo un daño económico y turístico irreparable», sostuvo la edil, que aseguró que el ayuntamiento ha remitido numerosas cartas a la conselleria e incluso le ha enviado las firmas presentadas por los vecinos de este tramo litoral, que critican el deterioro de la dársena. «Pero no nos han contestado. El director general de Puertos se comprometió a que nos consultaría cuando sacara el pliego de la licitación. Pero nadie se ha puesto en contacto con nosotros».

La concejala advirtió de que el cierre es un descalabro para pequeñas empresas de actividades náuticas y de hostelería que podrían estar trabajando en esta dársena deportiva.

Mientras, fuentes de la conselleria de Obras Públicas indicaron que la licitación está en marcha y se está «siguiendo el procedimiento reglado». «Ahora mismo estamos pendientes de recibir el informe de la abogacía», indicaron estas fuentes, que subrayaron que las obras de reparación y refuerzo del dique están «totalmente acabadas». Los otros trabajos, los de corregir el deterioro galopante del interior de la dársena, los deberá hacer la concesionaria. «La conselleria ha realizado obras de carácter estructural, no las ligadas a la explotación del puerto».