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Fomento autoriza a Xàbia a redactar el proyecto de uso público del faro de 1855

La Autoridad Portuaria cederá el histórico edificio cuando el consistorio defina la rehabilitación

Fomento autoriza a Xàbia a redactar el proyecto de uso público del faro de 1855

Solo faltaba que el faro del cabo de Sant Antoni se enredara ahora en un tuya mía de trámites. No hay como encontrarse cara a cara. Los responsables de la Autoridad Portuaria, organismo que depende del Ministerio de Fomento, y el alcalde de Xàbia, José Chulvi, hallaron ayer la fórmula para dar brío a la cesión del histórico faro, encendido por primera vez en 1855. La Autoridad Portuaria autorizará la cesión. Y con ese trámite el ayuntamiento ya podrá encargar el proyecto de uso público. Cuando esté listo, el organismo de Fomento dará luz verde a la concesión. El camino ya está claro.

El presidente y el director de la Autoridad Portuaria de Alicante, Juan Antonio Gisbert y Carlos Eleno, visitaron ayer junto al alcalde de Xàbia los dos faros del municipio (pocos pueblos tienen dos torres de lámparas marítimas), el de Sant Antoni y el del Cap de la Nau. Este último se encendió en 1928. Les acompañaron los técnicos de este organismo de Fomento y el téresponsable de los dos faros xabiencs, Antonio Fontes.

El munícipe destacó la predisposición de los dirigentes de la Autoridad Portuaria a que la autorización llegue en pocos días. Xàbia encargará ipso facto el anteproyecto de reforma. Chulvi recordó que el ayuntamiento quiere hacer visitable el faro y darle un uso cultural y divulgativo. Hay un precedente, el del faro del Albir, que sigue funcionando como linterna marítima pero también es centro de interpretación del parque natural de Serra Gelada. Es el único de la Comunitat Valenciana que tiene ese doble uso. El del cabo de Sant Antoni sigue su estela. Será centro de interpretación de la reserva marina del cabo de Sant Antoni, espacio litoral protegido que forma parte del parque natural del Montgó.

El alcalde se quedó maravillado con el singular patrimonio de los faros. Transportan al solitario mundo de los fareros, ermitaños de la ciencia marítima. Subrayó que pronto los vecinos y turistas podrán descubrir el que se alza a 175 metros sobre el mar y corona el imponente acantilado del cabo de Sant Antoni. «Esperamos que todos podamos conocer este mundo peculiar y que tanta importancia ha tenido durante siglos para los pueblos costeros», dijo.

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