El nuevo urbanismo de Calp va a ser la selva. Y no por lo salvaje, sino por lo verde. El alcalde, César Sánchez, del PP, anunció ayer que ha encargado al departamento de Medio Ambiente que introduzca en la ordenanza de mecenazgo verde la obligación de plantar cuatro árboles por cada nueva vivienda que se construya. El munícipe precisó que los promotores pagarán esos cuatro ejemplares y sus respectivos alcorques.
«Pretendemos que el cemento no invada el pueblo», expuso Sánchez, que explicó que esa suerte de impuesto verde en especie creará espacios de «amortiguación ambiental». El alcalde también subrayó que en sus ocho años en el cargo (en las próximas elecciones ya no repite de candidato) «no hemos aumentado ni un metro cuadrado la edificabilidad». «La realidad urbanística de hoy es ajena a este equipo de gobierno», afirmó.
César Sánchez se parapetó en los árboles. La oposición (PSPV, Compromís y Sí se Puede) le recriminó que no haya frenado la construcción sin límite de alturas. «Cada día vemos más edificios y más grandes. Ese urbanismo ha expulsado a los turistas del centro de Europa y los ha sustituido por los turistas del carrito del supermercado», sostuvo el portavoz del PSPV, Santos Pastor. «Aquí en una maceta crece un rascacielos», criticó.
Mientras, el portavoz de Compromís, Ximo Perles, advirtió de que al nuevo hotel de las torres gemelas se le «regalarán» (dejarán de computar) 24.000 metros cuadrados de edificabilidad. «Salen tres plantas de 8.000 metros cuadrados (sobre las que van las torres) que también hacen efecto pantalla».
Y la concejala de Sí se Puede, Linda Herrada, incidió en que el «modelo de masificación urbanística de Calp no es sostenible». Y, al igual que sus compañeros en la oposición, pidió que se desclasifiquen y protejan zonas boscosas que ahora son urbanizables.
El pleno de ayer, el del debate del estado del municipio, le sirvió al alcalde para hacer balance de sus dos legislaturas. Destacó la reducción de la deuda. «Encontramos un ayuntamiento con 54 millones de deuda y hoy está por debajo de los 17». Avanzó que Aguas de Calpe está trabajando en un proyecto para aprovechar el agua depurada. «No tiene sentido tirar el 100 % de esos recursos al mar. Ahora el consistorio emplea 55.000 hectómetros cúbicos de agua potable en regar parques y jardines. Vamos a regarlos con agua depurada. Y el siguiente paso será que ese agua se utilice para regar jardines privados».
El munícipe recordó los 6 millones que ha pellizcado Calp de los fondos europeos Edusi. Uno de los proyectos que se financiará será el de hacer las calles del centro histórico más accesibles. Sánchez insistió en que en las calles más empinadas se colocarán rampas mecánicas.
También destacó que ya está en marcha la rehabilitación de todos los murales del casco antiguo (los de efecto trompe-l'oeil o trampantojo son curiosísimos). «Vamos a apostar por el arte. Queremos que se pinten más murales», precisó el alcalde, que abogó por convertir el centro histórico en un museo al aire libre.
