El recuerdo de los vecinos de la Marina Alta asesinados en los campos de exterminio nazi es ya indestructible. Los pueblos y los historiadores los han rescatado del olvido en los últimos años. Y el Consell también reivindica a los más de 600 valencianos víctimas del Holocausto.

La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, estuvo ayer en Xàbia y Pego y entregó las baldosas de homenaje a los vecinos de estos dos pueblos que murieron en el campo de Mauthausen y Gusen durante la Segunda Guerra Mundial.

En Pego, recogieron las baldosas los familiares de José Server Morell, Vicente Sendra Escrivà, Andrés Sendra Morell, Carlos Sendra Sendra y Pascual Franqueza Alentado. Mientras, en Xàbia, la consellera entregó al alcalde, José Chulvi, las baldosas con los nombres de Batiste Bas Soler y Bertomeu Cardona Espasa.

La consellera recordó que las víctimas del horror nazi sufrieron un doble olvido. Lucharon por la libertad y la República en la Guerra Civil y tuvieron que marcharse al exilio. Se les consideró apátridas. Y acabaron en los campos de concentración, donde se dejaron la vida y se quiso aniquilar hasta su memoria. Bravo subrayo que es «una obligación moral y democrática» reivindicarlos.