La basura más voluminosa llega al corazón del bosque. En el Rebaldí, una valiosa masa forestal de Xàbia, reposa un residuo sorprendente: un autocar hippie abandonado y que durante un tiempo se utilizó como chabola. Queda el chasis. También, desperdigados entre los pinos, hay colchones y neumáticos pintados al estilo «flower power». El espíritu hippie (uno de sus mandamientos es el ecologismo) se aviene mal con este rastro de basura. El habitáculo del autocar revela que aquí existió un campamento. Ahora queda un residuo aparatoso.

Por suerte, en Xàbia hay activistas medioambientales que se han organizado espontáneamente. El colectivo Xàbia neta entre tots, de cuyas actividades y afán por dejar el pueblo limpio como una patena ya se ha hecho eco Levante-EMV, está preparando un dispositivo para retirar el herrumbroso chasis. Es un reto hercúleo. Participará Protección Civil, cuyos voluntarios están duchos en estas tareas, ya que en los últimos años han desguazado y sacado la chatarra de dos coches de los que sus dueños se deshicieron a las bravas. Los dejaron caer ladera abajo en el cabo de Sant Antoni (parque natural del Montgó).

Los voluntarios medioambientales ya se arremangaron ayer. Limpiaron el antiguo campamento hippie. Recogieron basura por un tubo. La han acumulado en el lateral de un camino. El ayuntamiento lo tiene hecho para llevársela.

Pero está visto que la basura es tan contumaz que incluso se aloja en los bosques más frondosos.

Este del Rebaldí es ya más que espeso. Se ha vuelto impenetrable. El vendaval de 2009 y los episodios de fuertes vientos que se han producido desde entonces han derribado decenas de pinos. Están tan juntos que se produce un efecto dominó. Cae uno y se lleva por delante dos o tres más. Están muertos y secos. Pero el bosque sigue atiborrado de pinos. Hay tantísimos que crean un dosel arbóreo que casi no deja pasar los rayos del sol.

La masa forestal del Rebaldí tiene, eso sí, un gran valor natural. Las plantas trepadoras (zarzaparrilla y madreselva) se agarran a los troncos. El estrato arbustivo es muy potente. Sin embargo, el bosque está descuidado y abandonado. Los pinos secos agravan el riesgo de incendio.