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Patrimonio

Gata valla por la caída de cascotes su cuartel de 1886, uno de los más antiguos de España

Interior, pese a que cerró el acuartelamiento hace una década, sigue pagando el arrendamiento de 6,99 euros al trimestre

Gata valla por la caída de cascotes su cuartel de 1886, uno de los más antiguos de España

El histórico cuartel de Gata de Gorgos, uno de los más antiguos de España, se cae a trozos. El ayuntamiento colocó la pasada semana un aparatoso vallado. La caída de cascotes empujó a tomar esa medida de seguridad. Los técnicos revisaron la fachada y las paredes laterales. Y aconsejaron vallar todo el perímetro. «El material que se desprendió no fue muy grande. Pero los técnicos han realizado un informe y el ayuntamiento ha tomado medidas inmediatas para evitar que pase un accidente», advirtió ayer la primera teniente de alcalde, Àngels Fornés.

El actual vallado es provisional. Fornés avanzó que el consistorio va a comprar un andamio con mallas de seguridad para dejar un pasillo para que puedan pasar caminando los vecinos por el perímetro del cuartel. Ahora mismo, al estar cerrado todo el tramo de acera de la pared del cuartel que da a la travesía urbana de la N-332, los peatones tienen que bajarse a la calzada (es más prudente, por supuesto, cruzar a la acera de enfrente). Y poner un pie en la N-332, una carretera de intensísimo tráfico, es un peligro.

El cuartel de Gata de Gorgos se construyó en 1886. Pero su deterioro obedece más que a su antigüedad a que lleva una década larga cerrado. La Guardia Civil se trasladó a las dependencias de la calle Penyó (cerca del ayuntamiento). Y el ministerio del Interior, arrendatario del viejo cuartel, le echó la llave.

A partir de ahí este edificio, de recios muros y cuya traza militar salta a la vista en las garitas de las esquinas de la fachada, empezó a mostrar los estragos del abandono.

Gata aspira a recuperarlo. «No es una reivindicación de ahora, sino de hace tiempo», precisó la primera teniente de alcalde.

El cuartel es de titularidad municipal. En 1964, el consistorio se lo arrendó al ministerio del Interior, que, en la actualidad, sigue pagando el mismo alquiler que figuraba en ese contrato firmado hace 55 años. Interior abona cada trimestre 6,99 euros. Una bicoca.

«Queremos que el edificio vuelva a ser municipal», sostuvo Fornés. Sus valores arquitectónicos e históricos son indudables. Y, además, está situado en un punto por el que cada día pasan miles de coches. El ayuntamiento puede sacarle un gran partido cultural.

Mientras, el consistorio ha remitido a la Comandancia de Alicante de la Guardia Civil el informe que los técnicos municipales realizaron tras la caída de cascotes de la pasada semana.

A este histórico cuartel le pesa más el abandono que sus 133 años.

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