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Memoria Histórica

Seis historias de la represión franquista

Un investigación saca a la luz la depuración del maestro Perles, la persecución a los médicos Vallalta y Pedraza o el exilio de dianenses

Seis historias de la represión franquista

Primero que nada sus nombres: Vicent Perles Moncho, Aquilino Barrachina, Manuel Vallalta, Agustín Poveda Sanchiz, Bautista Guinnot Cano y José Pedraza Lillo. Sus seis historias ilustran la tragedia del odio franquista en la Marina Alta. Las ha recuperado la revista Aguaits, del Institut d'Estudis Comarcals de la Marina Alta, en el segundo número monográfico que dedica a la represión de guerra y posguerra en la comarca. En el primer número, las cifras eran escalofriantes. Más de 2.000 vecinos de la Marina Alta sufrieron todos los grados de represalias, desde el asesinato y el fusilamiento hasta la cárcel, las palizas, la tortura o la inhabilitación. Ahora los investigadores ponen rostro al drama.

El historiador Salvador Salort analiza la depuración franquista en el magisterio. Y reivindica a Vicent Perles, un maestro liberal y de izquierdas de Tàrbena acusado de «rojo y ateo» y depurado. Se le apartó de la enseñanza hasta 1942. Fue profesor en Els Poblets desde 1946 hasta su jubilación en 1962. El historiador que ahora rescata su historia y su expediente de depuración fue alumno suyo.

Rosa Seser, responsable del Arxiu de Dénia, recupera el drama de Agustí Poveda, combatiente republicano exiliado a Francia, donde pasó por tres campos de concentración y sufrió trabajos forzados en la base de submarinos alemanes de Lorient (Bretaña), de donde logró escapar. En 1949 regresó a España y se estableció con su familia en Gata, donde murió el 22 de mayo del año 2000.

Mientras, Pepa Ortolà Guinnot reconstruye a través de la memoria oral familiar el duro exilio del dianense Bautista Guinnot Cano. Estuvo confinado en campos de concentración franceses y también en el de Kirkham, en Lancashire (Inglaterra). Murió en 1956 en Martigues (Francia) sin poder regresar a su tierra.

Aguaits reproduce el artículo con el que el historiador Vicent Balaguer reivindicó al gran médico de Dénia Manuel Vallalta, detenido tras la guerra y condenado a cadena perpetua. Luego le rebajaron la pena a 30 años y, más tarde, a dos (en la cárcel conoció a Miguel Hernández). Fue depurado y apartado del colegio de médicos. Volvió a ejercer en 1947 en Benitatxell, pero degradado. Murió en 1952.

En la revista, Pepita Pedraza desvela algunos datos biográficos de su padre, el también médico José Pedraza Lillo, quien estuvo preso hasta 1942. Luego se trasladó a Dénia. Cuenta su hija que, «en época de Franco», cada 14 de abril llevaba a casa a escondidas una bandeja de pasteles de la confitería Agulló.

Mientras, el historiador y archivero de Pego Joan Miquel Almela describe el terrible cautiverio y muerte de Aquilino Barrachina, alcalde socialista de Pego durante la Segunda República y la Guerra Civil. Pudo marchar exilio, pero se entregó. Lo fusilaron en Alicante el 6 de diciembre de 1940. En su última carta, pidió a su esposa que sacara adelante a sus hijas y tuviera «valor para soportar esta vida llena de amargura, mentiras e injusticias».

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