Quien más y quien menos tiene en el Poble Nou de Benitatxell su "bancalet" de hortalizas y de habas (su "favar", vamos). La agricultura sostenible y eso que ahora parece una revolución de primer orden (la de la cultura del huerto ecológico) forman parte del día a día de los pobleros. Y no de ahora. La tradición de la "fava poblera" es antiquísima. Ha pasado de padres a hijos durante muchas generaciones. Al fin y al cabo, los padres quieren dejar en herencia a sus descendientes algo que les garantice la subsistencia, que les dé de comer. Y el haba, una legumbre que tierna o seca se puede comer durante todo el año, es el no va más de la cocina de aprovechamiento. La "fava poblera" es identidad del Poble Nou de Benitatxell. Y prueba de ello es que a los pobleros se les conoce como "mitjafaves", un "malnom" que, analizado, no lo es tanto. Hace referencia a virtudes tan reivindicadas hoy como la de la sabiduría agrícola y la sostenibilidad. Está demostrado que si se planta media haba la planta también germina. Los labradores sacan más producción con menos semilla. Los agricultores pobleros tienen muy aguzado el ingenio agrícola.

Pues bien, los vecinos empiezan justo ahora a recoger el fruto de su "favar". Ya están recolectando las habas que plantaron por Sant Francesc (4 de octubre). Mientras otros pueblos intentan recuperar campos de cultivo abandonados y no perder del todo su rica herencia agrícola, este municipio mantiene una viva tradición de labradores que cuidan con mimo bancales que hoy son un tesoro de ruralidad y paisaje. El "Mitjafava Fest" (hasta ahora "Festa del Vi i la Fava"), que este año incorpora muchas novedades, refuerza la autoestima de estos agricultores y reivindica su trabajo, duro y silencioso pero tremendamente importante para mantener la esencia de este pueblo.

La "fava poblera" ha dejado, además, su impronta en la cultura popular. El refranero valenciano está plagado de sentencias que aluden a la "fava" ("ser un fava"; "en totes les cases couen faves, i en la meua a perolades"; "Déu dóna faves a qui no te queixals"). Algunas tienen un punto sicalíptico ("la fava a la figa la fot").

Los pobleros están orgullosísimos de su legumbre autóctona. Les trae sin cuidado que en los pueblos vecinos les llamen "mitjafaves". Esos piques de gentilicios también forman parte del patrimonio cultural de los pueblos.

La "fava poblera" es una variedad muy especial. Se conoce como "fava calenta". Su textura un poco más harinosa permite que, cuando está seca y se cocina el "arròs amb fava pelà", la legumbre se deshaga y le dé a ese plato típico de la cocina del Poble Nou de Benitatxell un exquisito sabor y lo espese y lo emparente de alguna manera con los "risottos" italianos. Además, estas habas del Poble Nou de Benitatxell, cultivadas con métodos ecológicos, son un valor gastronómico en alza. En el municipio, son también típicas las "faves sacsades". La legumbre se puede cocinar cuando está tiernísima incluso con la vaina. También es deliciosa en tortilla. Y la experiencia más genuina es la de sentarse en el bancal, "engrunar" (un término exclusivo del Poble Nou que remite a esa acción de sacar las semillas de la vaina) y comerse las habas recién recolectadas y sazonadas con un pellizco de sal. Además, la "fava poblera" es muy nutritiva. Antes, los labradores aguantaban todo el día con la energía que les proporcionaba esta modesta legumbre.

Además, ahora la "fava poblera" está de moda. Los restaurantes del pueblo crean nuevas recetas. Y cocineros con estrella Michelin la reivindican. La humilde legumbre reverdece.