El hormigón crudo, el «trencadís» azul, La luz y el paisaje de terrazas de viñedos que se abren como un abanico hasta el mar. El Auditorio de Teulada-Moraira es una gran obra arquitectónica que fascina a quien lo visita, ya sea lego en arquitectura o experto. Ayer esa sensación de recorrer un hito arquitectónico la vivieron los estudiantes de arquitectura de la universidad de Hochschule Bochum de Alemania. Uno de sus profesores conoce la obra de Francisco Mangado, el arquitecto navarro que diseñó este faro de cultura. Los docentes y los alumnos comprobaron la potencia de esta obra. Les impresionó cómo se filtra la luz exterior y las limpias superficies de hormigón. También alabaron la armonía que hay entre el «trencadís» y el azul del mar. Coincidieron en que es una obra que dialoga con el paisaje.