Puerto Blanco de Calp, una dársena que lleva tres años abandonada (antes el Consell invirtió 600.000 euros en reforzar las escolleras), está más cerca de levar anclas. La conselleria de Obras Públicas ha sacado a licitación la concesión demanial para la construcción y explotación de esta instalación náutica. El anuncio ya se publicó ayer en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana. Las empresas interesadas tienen un mes para presentar sus ofertas.

Este puerto deportivo, de 110 amarres y que abraza una superficie en tierra de 7.800 metros cuadrados y tiene una lámina de agua de 11.000 m2, arrastra una turbulenta historia. El Consell lo ha precintado en dos ocasiones, en 2007 y en 2016 (antes desalojó a las concesionarias). La nueva concesión debe recuperar el tiempo perdido. Mientras la dársena ha estado cerrada, el turismo náutico ha pegado un gran estirón en la Marina Alta.

La concesión es por 30 años. La empresa que se la quede deberá ordenar el puerto deportivo y acometer obras marítimas y de urbanización y edificación presupuestadas en 3.010.792 euros. Una de las obras de más envergadura es la de reconstrucción del dique rompeolas (los temporales lo rebasan). El adjudicatario podrá licitar la explotación de diversas instalaciones náutico-deportivas por un importe mínimo de 15.000 euros.