Oleadas de visitantes le han dado vida a la restaurada lonja de Dénia. Hacía la tira de años que estaba cerrada y, antes de iniciarse su rehabilitación, era una ruina en pleno puerto dianense. Ahora este histórico edificio de 1944 está llamado a convertirse en un foco cultural y turístico de primera. Ha sido abrir sus puertas y recibir a miles de visitantes. Ha acogido la 41 edición de "l'Exposició del Ninot". Y en un par de semanas 17.596 personas han pasado por la remozada lonja. El éxito de visitantes presagia que el futuro museo del mar (es el uso previsto para la lonja) atraerá a un numerosísimo público.

Las obras de restauración subieron a 850.000 euros. Las pagó el Consell. Formaban parte de lo que le tocaba a Dénia del Plan Confianza. La "nueva" lonja tiene una techumbre de cristal con una celosía de hierro que tamiza la luz y recrea el efecto de estar debajo de las redes de los pescadores. Otra solución brillante es la del pavimento de piezas cerámicas de distinta tonalidad azul.