La senda de la Cova Tallada gana en seguridad. La brigada del parque natural del Montgó está mejorando los tramos más peliagudos. Ya ha actuado en los empinados escalones que están en el inicio de la ruta que comienza en les Rotes de Dénia. Ahora ha creado un paso de tierra donde antes los excursionistas hacían equilibrios. Se cogían de una cadena y caminaban por la piedra viva, que estaba aquí pulida y resbaladiza e inclinada. Pero este tramo todavía no está terminado.

Los trabajadores han acarreado piedra que utilizarán para ir nivelando otros tramos del acceso a una gruta litoral que está ya en término de Xàbia, aunque su principal acceso arranca de les Rotes y discurre prácticamente en su totalidad por término de Dénia.

Los senderistas ya agradecen las mejoras en la senda. Estos días del puente de Fallas la cueva ya ha empezado a registrar visitas. No es nada, sin embargo, con lo que está por venir. En Semana Santa y Pascua, la Cova Tallada ya se pone hasta los topes de excursionistas.

Lo que sigue igual de peligroso, de momento, es la entrada a la gruta. Se hace por un lateral. Los senderistas descienden por un pasillo de rocas y luego se agarran a los salientes del acantilado para llegar hasta la oquedad por la que se accede a esta catedral de roca cortada a cuchillo (fue una cantera de la que se extraía piedra tosca). En días de mala mar o de temporal como estos últimos, esta entrada es peligrosa. Si hay mucho oleaje, ya resulta imposible pasar. Y aquí es complicado actuar. El paso es el que es y no hay manera de hacerlo más seguro.