La Conselleria de Sanidad reivindica su programa "pionero" de mamografías a los 45 años y recuerda que desde 2005 funciona un Consejo Genético que estudia los casos de mujeres que tienen antecedentes familiares de cáncer de mama y, por tanto, una mayor predisposición genética a sufrir esta enfermedad. Fuentes de la conselleria han precisado que la Comunitat Valenciana realiza desde el año 1992 la primera mamografía a las mujeres a los 45 años. Fue con Navarra pionera en avanzar estas revisiones mientras que la mayor parte de las comunidades autónomas todavía citan para esa primera prueba a los 50 años.

Sobre la petición, avalada por 200.000 firmas, presentada por la activista contra el cáncer de Xàbia María Ferrer de adelantar esa primera mamografía a los 40 años a las mujeres con antecedentes familiares (es el caso de la propia María), estas fuentes indican que "no hay evidencias científicas" de que sea efectiva. Además, subrayan que la Conselleria de Sanidad ya contempla ese riesgo genético y de ahí que pusiera en marcha en 2005 el Consejo Genético. Los médicos de primaria, indican desde Sanidad, remiten a ese Consejo, que cuenta con unidades en los hospitales de Castelló, el Clínico y la Fe de València y el de Elx, los casos de mujeres menores de 45 años que tienen antecedentes familiares de cáncer de mama. "Además de mamografías, se realizan otras pruebas como resonancias", explican desde Sanidad.

La Conselleria también asegura que la lista de espera es cero en oncología y hace hincapié en que se están llevando a cabo programas de detección precoz. "El programa del cáncer de mama está funcionando", subrayan las fuentes citadas.

La activista contra el cáncer de Xàbia reclamó respuestas sobre la Proposición No de Ley aprobada por la comisión de Sanidad de las Corts hace un año tras presentar 200.000 firmas (en la imagen) reclamando el adelanto de las mamografías a los 40 años a mujeres con riesgo genético y la puesta en marcha de programas que incidan en enseñar a las jóvenes a realizarse autoexploraciones. «Creo que tengo derecho a saber en qué punto está la PNL. Es mi lucha, pero también la de muchas mujeres y la de las 200.000 personas que me dieron su firma», señaló esta vecina de Xàbia.