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Restauración

Medio Ambiente avisa de que las obras en el Cap d'Or de Moraira dañan flora protegida

Sostiene que ampliar la senda que lleva a la Cova de les Cendres pone en peligro la "Silene hifacensis"

Medio Ambiente avisa de que las obras en el Cap d'Or de Moraira dañan flora protegida

La restauración de la torre vigía del siglo XVI del Cap d'Or de Moraira y la ampliación del sendero que lleva a la Cova de la Cendres, que ha dado hallazgos del paleolítico superior, han chocado con las reticencias de la conselleria de Medio Ambiente. Su dirección general del Medio Natural y de Evaluación Ambiental avisa, en una valoración preliminar de las repercusiones que estos trabajos tendrían en la Red Natura 2000, de que tanto ensanchar el sendero como excavar el poblado ibérico del Cap d'Or pueden dañar flora protegida. Este departamento exige al Ayuntamiento de Teulada-Moraira una evaluación detallada y que revise y cambie los proyectos.

En su informe, Medio Ambiente recuerda que la presencia de especies botánicas de gran valor, como la Silene hifacensis, motivó que aquí se declarara una microreserva de flora. La senda que baja al yacimiento prehistórico pasa junto a las peñas donde crece esta planta protegida y amenazada. De ahí que en esa valoración preliminar la conselleria ya deje claro que la ampliación de la senda no puede afectar a ejemplares de Silene. Pide, además, que se tomen medidas, como la construcción de muretes u otras estructuras, para evitar que los visitantes se acerquen excesivamente a los acantilados en los que crece esta especie botánica. Plantea colocar pasarelas con escaleras y pasos elevados para evitar que los senderistas pisen las frágiles comunidades de flora.

La conselleria no ve claro el proyecto de hacer visitable la Cova de les Cendres. Exige una localización detallada de las especies de interés botánico, una descripción precisa del volumen de tierra que se extraerá de la cavidad y un cálculo del número futuro de visitantes. El espacio es frágil y la senda, aunque se mejore, no da para grandes afluencias.

Mientras, la excavación del área arqueológica tampoco termina de convencer a Medio Ambiente, que pide al ayuntamiento que concrete mejor los trabajos y que «georeferencie» los ejemplares de plantas protegidas.

El consistorio ha sacado a licitación por 453.992 euros la redacción de los proyectos y la dirección de las obras. Exige que se identifiquen las especies protegidas.

De la restauración de la torre vigía, avanza que el proyecto debe contemplar borrar la deficiente rehabilitación que se llevó a cabo en 1991. Hay que desmontar las piedras y sustituir el mortero por uno similar al que se empleó en el siglo XVI, cuando se levantó esta impresionante torre de 11 metros de altura, inexpugnable y maciza. Carece, de hecho, de puerta. La guarnición que estaba dentro lanzaba desde arriba una escalera de cuerda para que entrasen los soldados.

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