Cuando ayer los alcaldes de Xàbia y Dénia, los bomberos y las fuerzas de seguridad pedían a los vecinos que se quedaran en sus casas y no se aventuraran en zonas críticas ni salieran a curiosear, la cosa tenía su explicación. La catástrofe de este episodio de lluvias torrenciales era de semejante magnitud que el peligro acechaba en cualquier sitio. Y los rescatadores, cuando acuden a salvar a personas atrapadas, se juegan la vida.

Un ejemplo claro es lo que les ha ocurrido a una dotación de bomberos en Xàbia. Acudieron con un vehículo de bomba pesada a salvar a dos personas atrapadas en su coche, que estaba totalmente sumergido. El coche no se veía y el camión de bomberos se enganchó con él y quedó también bloqueado. Ocurrió en uno de los cruces de la urbanización Costa Nova. Esos cruces son auténticas trampas. Hacen una hondonada y, cuando las precipitaciones son intensas, acumulan mucha agua. Esta vez la altura del agua era de unos dos metros.

Los bomberos, que son del parque de Benidorm y habían acudido a reforzar dada la crítica situación, salvaron a las dos personas. Todos se subieron al techo del camión. Estaban atrapados. Permanecieron allí durante unas tres horas hasta que llegó la Cruz Roja de Xàbia y los sacó con una zodiac.

Situaciones como ésta, en la que los rescatadores se han jugado el tipo, se han vivido muchas en las últimas horas. Policías locales, guardias civiles, bomberos del consorcio provincial, sanitarios de la Cruz Roja, voluntarios de Protección Civil y de los bomberos de Balcón al Mar han estado al pie del cañón. Se han llegado a atar cuerdas a la cintura para sacar a personas atrapadas en sus coches y evitar que a salvadores y salvados los arrastrara el torrente en el que se han convertido las calles.