Con la vista puesta en el cielo, ayer comenzaron en Xàbia los trabajos para que el municipio recupere la normalidad. En la playa del Arenal, que se puede calificar como la zona cero, donde se concentraron los principales problemas tras la tromba del domingo-lunes, los operarios se cruzaban con los turistas. Estos salieron a la playa con los primeros rayos de sol.

Durante todo el día, y con toda probabilidad durante hoy y mañana seguirán los trabajos para vaciar el agua acumulada en la avenida de la Libertad. Allí los pluviales construidos en 2008 no pudieron soportar todo el agua caída, pero también la que bajaba desde los barrancos. Agua que se acumuló en el Saladar y pretendía llegar al mar, a través de esa vía.

Cuatro bombas de gran capacidad trabajan a destajo para vaciarla, diez más de Protección Civil, Amjasa y el Ayuntamiento de Xàbia vaciaron los numerosos sótanos inundados en el barrio del Arenal y en el de Duanes. Junto a ellos, el dispositivo de los Bomberos del Parque Comarcal de Dénia y los Bomberos Forestales de la Generalitat, en un operativo formado por unas 50 personas.

Pero ayer fue el primer día laborable y muchos propietarios de negocios del Arenal comprobaron los efectos de la inundación en sus negocios. Mocho en mano durante toda la mañana trataban de retirar el barro acumulado. Las pérdidas pueden ser cuantiosas en algunos casos.

Para facilitar el papeleo necesario en este tipo de catástrofes el Ayuntamiento de Xàbia ha habilitado un punto de atención a los afectados. Aunque por el momento no tienen definido cual será el procedimiento administrativo para pedir ayudas.

Pedro Duque, un vecino más

Por la mañana, el ministro de Ciencia y Universidad, Pedro Duque visitó la playa del Arenal junto al alcalde, José Chulí. Duque mostró su solidaridad con los afectados por la tromba de agua y destacó que Xàbia tiene «las capacidades para reaccionar de forma natural a una catástrofe natural».

Duque junto a Chulvi se detuvo en una de las empresas más afectadas. Tiene inutilizadas las furgonetas con las que trabajan, están en un sótano inundado del Arenal.

Por su parte, el alcalde, reconoció que ahora los esfuerzos se centran «en retornar a la normalidad una situación muy complicada» tanto en las playas como en las calles y caminos de Xàbia.