En el turístico litoral de la Marina Alta, se suelen ver yates y coches deportivos que quitan el hipo. También hay vecinos, sobre todo residentes extranjeros, que sacan de sus garajes de tarde en tarde automóviles antiguos, de coleccionista. Y en verano muchos turistas todavía se pasean en los Méhari, un cómodo descapotable de carrocería de plástico. Pero lo que resulta más insólito es toparse con un camión clásico.

Esta mañana, en el litoral del Primer Muntanyar de Xàbia, estaba aparcado un Magirus-Deutz Júpiter, que en el universo de los gigantes de la carretera es todo un mito. La marca la creó en 1864 el oficial de bomberos alemán Conrad Dieterch Magirus. Fabricó vehículos de extinción de incendios. Pero en 1916 la empresa ya amplió su mercado con camiones y autocares. El modelo que ha llegado a Xàbia se empezó a fabricar en 1951. Destaca por su capó y cabina redondeados. Hoy es una pieza de coleccionista. En Alemania, Francia u Holanda hay clubes de aficionados a los camiones clásicos que buscan vehículos antiguos y los restauran y ponen en funcionamiento.

Ahora un Magirus-Deutz Júpiter, un camión con apellido de planeta, ha acabado en Xàbia atraído por la potente fuerza de gravedad de la costa de la Marina Alta.