La naturaleza se basta y se sobra. Pero no está de más echarle una mano. El paraje de la Granadella de Xàbia ardió de cabo a rabo en septiembre de 2016. El fuego devoró 812 hectáreas, de las que 588 pertenecían a esta montaña litoral de utilidad pública. Hoy apenas quedan señales de aquella catástrofe. La vegetación ha rebrotado. El ayuntamiento se afanó en retirar los pinos carbonizados. El estrato arbustivo ha borrado la huella del incendio. Pero ahora urge poner freno a las especies pirófitas que sacan ventaja de los fuegos y colonizan la montaña (con la consiguiente pérdida de biodiversidad). Y es ahí donde se le puede echar una mano a la sabia naturaleza.

Ese, de hecho, es el propósito de un nuevo proyecto de regeneración (más bien de ayuda a la regeneración) que la conselleria de Medio Ambiente sacará ahora a licitación por 461.951 euros. Cuenta con financiación de fondos europeos Feder.

El secretario autonómico de Medio Ambiente, Fran Quesada, y el subdirector general del Medio Natural, Pep Nebot, estuvieron ayer inspeccionando la Granadella. Les acompañaron la concejala de Servicios, Kika Mata, y el director del parque natural del Montgó, Joseba Rodríguez. Comprobaron que esta montaña litoral tiene una capacidad de regeneración extraordinaria. Este diario, a los seis meses del incendio, ya advirtió del «milagro botánico» de la Granadella. En un lapiaz todavía ennegrecido por el fuego, florecieron entonces cientos de gladíolos silvestres. Mientras, en la ladera que cierra por el sur la cala, brotaron lentiscos, coscojas, aladiernos, espinos blancos, madreselvas y flores de Silene colorata.

Ahora la conselleria quiere favorecer que ese estrato arbustivo, acompañado de árboles como acebuches o algarrobos, forme un sotobosque más resistente a los incendios. La clave es meter en vereda a los pinos y a las aliagas (Uvex parviflorus), especies que ya están surgiendo por doquier. Ahora se realizarán «desbroces quirúrgicos». Es decir, se arrancarán pimpollos y se vigilará que la densidad de pinos no supere la de 800 pies por hectárea. El proyecto de regeneración también contempla clarear las pinadas adultas que sobrevivieron al incendio y eliminar especies invasoras como la mimosa o Acacia dealbata, que empobrece los suelos.

También se restaurarán 2.857 metros cúbicos de los antiguos muros de piedra en seco (son Patrimonio de la Humanidad) de la ladera que está junto a la pista forestal que sube desde la cala de la Granadella. Estos muros son decisivos a la hora de combatir la erosión. No se empleará maquinaria. La técnica no ha cambiado en siglos. Se recogerán las piedras caídas y se colocarán en estas hiladas que aterrazan la abrupta montaña litoral. La regeneración abrazará 148 hectáreas de montaña pública.