Los vecinos de los primeros adosados que se construyeron hace ya unos 40 años en la urbanización Balcón al Mar de Xàbia miran con pánico el acantilado que está justo detrás de sus casas. La noche de las últimas lluvias torrenciales se produjo sobre las 3 de la madrugada un derrumbe de grandes piedras. Quedaron a centímetros de las casas. El impacto de una de esas rocas abrió en la calle un "cráter" de más de dos metros de diámetro y de entre 10 y 15 centímetros de profundidad. En la casa junto a la que cayó esa piedra dormía a esas horas una familia.

Pero los vecinos ya el pasado mes de febrero, antes de las precipitaciones torrenciales de primeros de abril, avisaron al Ayuntamiento de Xàbia de que unas obras habían "desestabilizado el talud". Una residente que es ingeniera y tiene una experiencia de más de 30 años en grandes obras se alarmó cuando las obras de excavación para construir un chalé en lo alto del acantilado hicieron vibrar su vivienda. La promotora realizó una excavación de unos 8 metros de profundidad a dos metros del límite del talud. El chalé, que están en obras y que se vende por 2,5 millones, tiene un gran sótano. Esta tipología dista de la de las primeras viviendas de Balcón al Mar, de una sola planta y que no perforaban el subsuelo, ya que la zona es kárstica (además, hay riesgo sísmico) y se pueden producir fracturas en los acantilados.

Esta vecina ya envió los primeros escritos al ayuntamiento. Recordaba que debajo del acantilado en el que se realizaban obras de excavación con maquinaria pesada hay adosados en los que en determinadas épocas del año llegan a vivir 150 personas.

Sus temores se confirmaron esa madrugada de las lluvias torrenciales. La calle principal, Pierre Boulez, quedó sepultada por un desprendimiento que dejó en el aire la piscina de un chalé. Los vecinos quedaron atrapados. Residentes de 80 años y personas que necesitaban medicación no podían salir por la única calle que los conecta al mundo.

Además, se produjo el citado derrumbe de grandes piedras que se quedaron a centímetros de los adosados. Esas rocas cayeron del talud removido por las obras del chalé de lujo.

Ahora, los vecinos han iniciado una campaña de recogida de firmas en change.org. Exigen medidas urgentes para evitar que un eventual desprendimiento sepulte sus casas. Al tiempo, la residente antes citada ha presentado en el consistorio un escrito en el que reclama la paralización inmediata de las obras que se llevan a cabo en la coronación del acantilado. Advierte de que el colapso del acantilado podría provocar "una tragedia de proporciones insospechadas".

Avisa también de que se debe dar a los vecinos que viven en chalés sobre el acantilado la instrucción de que se abstengan de realizar riegos intensivos y de vaciar piscinas. Así se evita que el agua se filtre y socave por dentro el talud. También pide que se sanee el talud y que se encargue a una empresa independiente un estudio sobre la estabilidad del acantilado. Esta vecina solicita que la paralización de las obras en la cima del acantilado se mantenga hasta que se realicen las obras necesarias para asegurar el talud.