Día de reflexión y de... digestión. Quizá también de resaca (electoral, por supuesto). El atracón político y también de "picaetes" de las dos últimas semanas ha sido de aúpa. La batalla que se ve es la de las ideas y el programa. La de llenar las plazas. Pero hay otra soterrada: la del cáterin. A los mítines se acercan los simpatizantes, los vecinos ávidos de escuchar a los candidatos. Pero también merodean los gorrones, los profesionales de la cuchipanda. Una razón de peso para ir a un acto electoral es lo pantagruélico del piscolabis.

De las campañas, eso sí, han desaparecido los banquetes de antaño. Los candidatos son más monacales. Más austeros. Abundan las cocas, las papas, la tortilla de patata, la cerveza y los refrescos. Si se tercia puede caer un cubata. Como mucho.

En Xàbia, el alarde gastronómico del cierre de campaña lo hizo Ciudadanos por Jávea. Ganó por goleada la batalla de la "picaeta". En el acto del PSOE de José Chulvi, actual alcalde y favorito en todos los pronósticos, hubo bocadillos, empanadillas, empanada, tortilla y "tortà". En el del PP de Rosa Cardona, el menú tuvo el guiño siempre castizo del jamón serrano. También se sirvieron minihamburguesas; un toque moderno. Compromís, Ciudadanos y Podemos apostaron por las clásicas cocas y los aperitivos caseros. Una buena "coqueta de tomacat" nunca falla.

Pero Ciudadanos por Jávea, el partido de Juan Ortolá, tiene en el equipo electoral a un cocinero de primera, José Serrat Cholbi "Tomaca", pescador de toda la vida y ducho en la gastronomía marinera. Se puso a los fogones y elaboró un exquisito caldero de "polp amb penques". Mientras, también torraba sardinas y gambas. Sabe darle a todo el punto perfecto de lumbre. Un cáterin así arrastra, inevitablemente, a numerosos vecinos. Ahí este partido es imbatible.

Otra imagen que deja la campaña en Xàbia fue la de los números dos y tres del PP de Xàbia, Óscar Antón y Juanlu Cardona, ataviados con un mandil de faralaes y cocinando una paella. Fue una comida campestre y popular. Ni el PP, que antes en Xàbia era el campeón de los ágapes electorales, apuesta ya por los banquetes de cierta etiqueta.

En Dénia, los populares de María Mut cerraron la campaña con parranda. Montaron la fiesta en el pub Dorian.

La campaña, bastante ayuna en ideología, sí ha dejado algún buen momento piscolabis.