Pep Llull tiene 32 años y es obrero. También es alcalde de Benimeli. Y no un alcalde cualquiera. Pocos podrán presumir de contar con un apoyo tan abrumador de sus vecinos. En 2015, cuando lideró por primer vez la lista de Units per Benimeli (UpB), logró 212 votos, el 90,21 %. El PP, partido hasta entonces imbatible (gobernaba desde 1983), se quedó con 14 votos. Los siete concejales de la corporación fueron para UpB. «Ahora pensábamos que podíamos perder uno o dos ediles. Hemos hecho bien las cosas. Pero, cuando gobiernas, tomas decisiones y no son siempre a gusto de todos», advirtió ayer Llull.

Pero en estas últimas elecciones UpB todavía ha mejorado sus resultados. Y parecía imposible. Ha obtenido 225 sufragios. El 94,94 % de los electores le han dado su apoyo. Los populares se han tenido esta vez que conformar con 12 votos.

«Sí, todo el pueblo nos ha votado», manifestó ayer el alcalde, quien se declaró «contentísimo» por esta segunda supermayoría absoluta, que les otorga de nuevo los 7 concejales del ayuntamiento. «Es una alegría contar con ese apoyo de los vecinos. Llegamos hace cuatro años. No teníamos ni idea de cómo funcionaba el ayuntamiento. Pero teníamos mucha ilusión y nos dedicamos a fondo a ponernos al día», explicó el alcalde.

Lo de lograr dos veces ese apoyo prácticamente unánime es un hito en la política municipal. El PP (antes Alianza Popular) era el partido dominante en Benimeli. Pero en la legislatura de 2011 a 2015 ya se vislumbró con fuerza que los vecinos anhelaban un cambio. Y llegó a lo grande.

«Aquella primera candidatura la formamos prácticamente los amigos de la cuadrilla. El más mayor tenía entonces 29 años. Yo contaba con 28. Y la más joven tenía 24. Todos estábamos muy implicados en la vida del pueblo. Yo he estado en la banda de música, en la comisión de fiestas, he ayudado en la parroquia.... Presentarnos fue casi 'pensat i fet' y obtuvimos un resultado espectacular», rememoró Llull.

Los siete bisoños concejales tenían muy claro qué necesitaba Benimeli. «Era urgente el mantenimiento, arreglar el pueblo», indicó el alcalde. Han mejorado las calles, los caminos rurales, la biblioteca o el polideportivo. «Y hemos programado muchas actividades culturales, deportivas y de dinamización. También hemos organizado muchos talleres para los vecinos».

Benimeli, un pequeño y precioso pueblo que cuenta con 410 habitantes censados, está en la ladera de la Serra de Segària. Es uno de los lugares de la Marina Alta a descubrir. La Plaça Major, cubierta con un toldo, rezuma encanto.

El alcalde compagina la actividad municipal con su trabajo de obrero. Acude al ayuntamiento a mediodía y luego regresa a «poqueta nit».

UpB inicia ahora su segundo mandato de mayoría total. Llull tiene claro que sus ediles no se van a dormir en los laureles. «Somos críticos y nosotros mismos nos hacemos oposición», afirmó. Este joven político está convencido de que no van a defraudar a esos vecinos que les han dado un apoyo tan rotundo.