PSPV y Compromís han empezado a romper el hielo en Pego. Ya es un paso. El jueves mantuvieron un primer encuentro. Los socialistas de Enrique Moll, el actual alcalde, conservan los 7 ediles (son la fuerza más votada), mientras que los valencianistas de Anna Sastre han subido a 5. Suman 12, una mayoría más que holgada en una corporación de 17 concejales. Unos y otros están, de momento, de acuerdo en una cosa: en hablar de programa y políticas públicas y en postergar lo del reparto de las concejalías, que siempre es lo más peliagudo.

El alcalde ha insistido durante la campaña en que Pego necesita un gran pacto urbanístico con vigencia para los próximos 20 años. Enrique Moll se sentará con todos los grupos y les trasladará esa prioridad. Considera que todos deben ir de la mano en esa suerte de pacto de Estado.

El primer encuentro fue para allanar el camino, para hacer tabla rasa de los antiguos desencuentros. Socialistas y valencianistas iniciarán las negociaciones la próxima semana. «Primero tenemos que hablar del qué y después de quien lleva cada área», afirmó ayer el portavoz local de Compromís, Víctor Climent.

Enrique Moll coincidió en que lo primero es alcanzar un acuerdo programático. «Hemos puesto en común los programas y hay muchas cosas en las que coincidimos pero en otras estamos muy lejos, como el cielo de la tierra», advirtió.

Mientras, Climent recalcó de que la ciudadanía les ha trasladado el mandato de formar un gobierno de progreso. «Desde 1991 no ha habido un gobierno de izquierdas en Pego y ahora vuelve a ser posible».