Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Descubrimiento

Hallan el pecio del "Parthenon", un vapor que se hundió en Dénia en 1869

El buceador que ha descubierto los hierros del casco del buque de la pasa encontró hace once años una vajilla victoriana que iba a bordo

Hallan el pecio del "Parthenon", un vapor que se hundió en Dénia en 1869

La historia marítima de Dénia es vastísima, de una profundidad insondable. Una investigación dirigida por el Museu Arqueològic de Dénia ha permitido descubrir un pecio hasta ahora desconocido, el del vapor británico Parthenon, que se fue a pique en noviembre de 1869 cuando ya estaba a punto de hallar refugio en el puerto dianense. Una terrible tempestad le hizo naufragar. El buceador Jean Castera encontró en marzo de 2008 cerca de la escollera norte del puerto varias piezas de una vajilla inglesa Blue Willow Pattern. Fue un hallazgo excepcional. En el siglo XIX, Dénia se codeaba con la Inglaterra victoriana. La pasa viajaba a los puertos británicos. Y Dénia se empapaba de una cultura de porcelana (por refinada).

Jean Castera, en una inmersión que realizó el pasado año en ese mismo punto, observó un «amasijo de hierros». Era, sin duda, el casco de un barco hundido. El director del museo de Dénia, Josep A. Gisbert, empezó a atar cabos (nada más marinero) y trasladó el descubrimiento a dos de sus colaboradores habituales, los historiadores Javier Calvo y Alan Swan.

La primera certeza fue que la vajilla iba a bordo de aquel barco. Calvo rastreó los naufragios en la prensa de la época. Y bingo. En varias gacetas, aparecen reseñas del hundimiento del Parthenon, un vapor de 65,8 metros de eslora que perteneció al armador Edwar Temperley Gourley (1826-1902), quien hizo fortuna durante la guerra de Crimea con el comercio del carbón. El Parthenon había navegado por el Caribe y el Mar del Norte. Pero desde 1867 viajaba de Inglaterra al Mediterráneo y transportaba pasas. Su capitán era J. Wilson.

Alan Swan ha buceado en la biografía de Gourley, quien se apresuró a vender sus flota de veleros y a comprar vapores (el Parthenon se fletó en 1861 en el puerto de Sunderland) cuando olfateó por dónde iban los tiros del nuevo comercio marítimo.

Gisbert reunió ayer a Castera y a los historiadores Calvo y Swan en la terraza del bar Héctor, el histórico lugar de reunión de los pescadores de Dénia. Justo enfrente está la remozada lonja, ahora transformada en Museu de la Mar (se inaugura el 14 de junio). Una de las historias inéditas que saldrá a flote en ese museo es la de este vapor de la pasa y su naufragio.

El imponente Parthenon, aparejado con tres mástiles (aquellos primeros vapores todavía le tenían fe al viento), acabó saqueado. Legalmente, eso sí. En la prensa de la época, también se recoge que se subastó todo aquello que pudiera salvarse (el ancla, las cadenas...). En 1870, se balizó el casco que emergía para evitar que otros buques colisionaran. Luego el olvido y el mar se lo tragaron. En 2008, las bellas porcelanas Blue Willow Pattern, de inspiración china, y, en 2018, el hallazgo de los hierros del casco han permitido dar con el derrelicto de uno de los grandes vapores de la pasa.

Compartir el artículo

stats