El proyecto de golf ha frustrado el pacto de progreso en Pego. El PSPV, el partido más votado (logró 7 ediles), empezará la legislatura gobernando en solitario y en minoría. Las negociaciones con Compromís (5 ediles) fueron bien hasta que salió el golf. Esta noche la asamblea socialista ha decidido "asumir el riesgo de gobernar en solitario". Advierte de que esa apuesta es "difícil" y entraña "mucho trabajo". "Pero con voluntad y talante negociador creemos que podemos llevar a cabo nuestro programa electoral al 100 %", sostienen los socialistas.

Tras las elecciones, el PSPV de Enrique Moll, el actual alcalde, inició negociaciones con Compromís, fuerza que también abogaba por un pacto de progreso. Los socialistas afirman en un comunicado remitido esta noche, al anunciar que no habrá acuerdo, que en esas conversaciones han mostrado "buenas intenciones, voluntad y el compromiso de alcanzar un pacto de progreso".

No se ha llegado a hablar de concejalías ni de la alcaldía. La negociación ha encallado en el programa y, en concreto, en el golf. Los socialistas piden el cumplimiento íntegro de su programa para "ser fieles a los 1.990 vecino y vecinas" que les votaron. Afirman que han asumido "al 100 %" las propuestas realizadas por los negociadores de Compromís. Y recuerdan que el Bloc también impulsó en su día el proyecto del campo de golf.

El PSPV ha revelado que Compromís, liderado ahora por Anna Sastre, no quiere ese proyecto ni en pintura. Reclama que los terrenos vuelvan a ser rústicos. "Una medida equivocada por las repercusiones tanto económicas como judiciales para el Ayuntamiento de Pego", precisa la asamblea del PSPV, que considera que este proyecto, que sólo ocupa un 7 % del suelo no urbanizable común, "diversifica" la economía local y ofrece "nuevas vías de promoción". Indica también que ya tiene el visto bueno de las administraciones autonómicas y estatal.