Álex Waylett, que mañana se convertirá en el primer concejal transexual de la Marina Alta, cuenta una anécdota que retrata muy bien el carácter tolerante de los vecinos de su pueblo, Sagra. "Cuando salí de festero, hacía año y medio que había dado a conocer mi cambio. La gente me aplaudió y todos me dijeron que estaban muy orgullosos de que hubiera dado el paso de ser yo mismo. Me han aceptado y me tienen como referente".

Álex tiene 18 años. Iba de tres en la lista de Gent per al Canvi, que logró la mayoría absoluta. Y subraya que otro "hito" es que la candidata de este partido, Maite Roselló, se convertirá mañana en la primera alcaldesa de Sagra.

El joven reconoce que no salió de él ir en la lista de este partido independiente. "Vinieron a buscarme. Pensaron en mí y consideré que era una buena oportunidad para conocer desde dentro cómo es la política municipal". Se identificó en seguida con la filosofía de este grupo independiente. "Sagra necesita un cambio para mejor, desde luego", afirma.

Álex empezó el proceso de reasignación de sexo hace dos años y medio. "Estoy muy orgulloso de dar visibilidad a mi colectivo", manifiesta. Recientemente, ofreció una charla sobre transexualidad en el instituto de Pedreguer. Ahora, al salir de concejal, ha roto otra barrera. Y lo ha hecho en un pueblo que cuenta con 389 habitantes censados. La diversidad y la tolerancia se abren camino en la Marina Alta.