Vicent Grimalt se enfrenta desde ya a un reto desconocido, el de gestionar la primera mayoría absoluta de la historia de Dénia. Bendito reto. Los socialistas ya no tendrán de socios a Compromís, partido con el que han compartido éxitos y algún que otro fiasco (el de la estrecha estación de autobuses, por ejemplo). Ahora el desgaste de los tropiezos es todo para el PSPV. Con todo, los valencianistas de Rafa Carrió le dieron ayer su voto a Grimalt.

El alcalde destacó que la corporación afronta estos próximos años con el impulso de «la regeneración democrática y generacional». Se refería a que casi la mitad de los ediles son nuevos.

Grimalt pidió «unión y consenso» en los «temas de Estado». En este paquete, incluyó la reivindicación del tren de vía ancha (el de Gandia-Oliva-Dénia), el desarrollo del proyecto de ciudad creativa de la Unesco, la participación del ayuntamiento en la gestión del puerto, las acciones para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (abogó por impulsar la transición ecológica), las políticas de empleo y de bienestar social y la construcción del campus universitario.

«Son proyectos de todos y no de un sólo partido. Son también demandas ciudadanas que debemos asumir todos los partidos que formamos parte de esta corporación», advirtió Grimalt.

El munícipe avanzó que el ayuntamiento seguirá adelante con la transformación urbana y con la recuperación del patrimonio cultural. Dijo que seguirá impulsando «una ciudad más amable, moderna y accesible». Anunció también que el Museu d'Història de la Ciutat, creado en la Casa de la Marquesa de Valero de Palma (se está restaurando ahora), «abrirá sus puertas en los próximos meses».

«Somos un gobierno de puertas abiertas y de política y de gestión a pie de calle. No nos caerá el ayuntamiento encima», subrayó el alcalde, que también se comprometió a «poner las bases para cambiar el modelo productivo y diversificar la economía local». Ahora Dénia, así como el resto de pueblos del litoral de la Marina Alta, se dedican al monocultivo del turismo y de la construcción. No se adivina otro sector económico pujante en el horizonte.

Los socialistas, que ahora tienen 12 ediles, afrontan cuatro años en los que no valen excusas. Nunca los vecinos de Dénia le habían dado a un alcalde un respaldo tan abrumador. Este es el segundo mandato de Grimalt.