El vigilante del parque natural del Montgó que controla que no se cuelen en la senda de la Cova Tallada senderistas que no hayan realizado la obligatoria reserva previa (es una medida que está funcionando fenomenal y ha evitado otro verano de masificación) tiene que cogerse algún día libre. Está claro. Pero basta que los excursionistas vean que no está para que vuelvan a las andadas del incivismo.

Este mediodía el tramo de la calle Vía Láctea, en las Rotes de Dénia, que da acceso a la senda que lleva a la gruta litoral de Xàbia, estaba repleto de coches aparcados. Está prohibido. La policía local pasa de tanto en tanto y multa. Además, dejar aquí el coche crea una situación de inseguridad. La estrecha y empinada calle no da para estacionar. No queda sitio para que pase un vehículo de emergenicias.

Está claro que ni el parque del Montgó ni los cuerpos de seguridad pueden bajar la guardia ni un instante. Con todo, la regulación de visitantes (un máximo de 71 simultáneos) en la Cova Tallada está funcionando de maravilla. El paraje se ha sacudido la masificación y el caos de otros años. También se ha ganado en seguridad. Otros veranos, a estas alturas, ya se habían realizado varios rescates de bañistas y senderistas accidentados. Por ahora la incidencia más destacada es que ayer la Cruz Roja de Dénia tuvo que remolcar a una embarcación con dos tripulantes a la que se le averió el motor a la altura de la Cova Tallada.